

Llevamos tiempo oyendo que los coches eléctricos van a suponer una disrupción en el mundo de la automoción. La disrupción es ese proceso que altera drásticamente una industria y la transforma por completo cuando un nuevo producto sensiblemente mejor llega al mercado. El vehículo 100% eléctrico es justo ese tipo de producto frente al obsoleto vehículo térmico por combustión. Y corresponde a Tesla el honor de haber sido la primera empresa en apostar fuerte y de forma anticipada por este nuevo tipo de vehículo, arrastrando tras de sí al resto de la industria.
Pero apenas estamos asentando esto en la industria automotriz cuando debemos anticipar que se nos viene encima una segunda disrupción, una que muchos daban por situada en un futuro más distante y que de nuevo de la mano de Tesla va a llegar mucho antes de lo esperado. Hablamos de la conducción autónoma. Y hablamos también de un nuevo fenómeno en el concepto de la adquisición de un vehículo: lo que se conoce como “vehículo compartido” o “car-sharing” en inglés.
El pasado 22 de abril Tesla organizó un encuentro con inversores llamado “Día de la Conducción Autónoma” en el que explicó a los asistentes sus planes para llevar la conducción autónoma a toda su flota de vehículos equipados con el hardware necesario para ello. En este artículo voy a detallar los temas fundamentales tratados en esta reunión y por qué creo que lo que está planteando la empresa de Elon Musk va a causar una nueva disrupción, una que se va a producir, curiosamente, de forma solapada con la que ya está empezando a ocurrir en el vehículo eléctrico. De hecho, hay una notable sinergia entre el hecho de que los vehículos sean eléctricos con el sistema disruptivo de conducción autónoma que plantea Tesla, y con el consiguiente sistema de “car-sharing” que surgirá derivado de él.
Vayamos con ello.
La conducción autónoma completa ya está aquí
Se habla de diversos niveles de conducción autónoma desde hace años. La agencia SAE mantiene una tipología por la cual existen 5 niveles, siendo el último el que realmente se considera “conducción autónoma completa” o “full self-driving” (FSD) por sus siglas en inglés. En ese nivel el coche hace absolutamente todo de forma independiente y puede o no existir un conductor que lo supervise. Es decir, el coche podría conducir perfectamente sin ningún conductor al volante y el volante podría ser incluso retirado del vehículo sin problema.
Esta situación, que para muchos está todavía a bastantes años vista, es a la que Tesla quiere llevarnos en menos de dos años.
Lo primero que Tesla está haciendo es producir vehículos que vienen equipados con el hardware necesario para llevarlo a cabo. Aquí estamos refiriéndonos al ordenador de a bordo y a los sensores. Desde octubre de 2018 todos los coches que Tesla está fabricando, ya sean model S, X ó 3, vienen equipados con el ordenador y sensores necesarios, o bien con un sistema que podrá ser actualizado por Tesla sin coste alguno para el propietario.
El hardware necesario para la conducción autónoma completa es lo que Tesla denomina su versión 3.0. Una vez el vehículo Tesla viene equipado con él, está preparado para que en el futuro se le active la funcionalidad. El propietario no necesitará nada más. Desde marzo de 2019 los model S y X ya salen de fábrica de serie con el hardware 3.0, y desde abril han empezado a hacerlo los model 3 por lo que esos vehículos no requerirán de ninguna actualización.

Tesla hardware 3.0
Es importante anotar que da igual si el propietario adquiere el extra de la conducción autónoma al comprar su coche Tesla. Todos los coches Tesla salen de fábrica con el hardware incorporado, lo vaya a usar su propietario o no. Esto tiene una radical ventaja para Tesla (como detallaré más adelante) en lo que Tesla denomina su “modo de conducción oculto” o “shadow mode“.
Cuando hablamos de conducción autónoma conviene aclarar, y así lo ha hecho Tesla, que siempre se entiende dentro de unos límites. El sistema no parará de mejorar con el paso del tiempo, pero siempre habrá situaciones para las que la conducción en modo autónomo no sea posible en un primer momento, como por ejemplo conducción campo a través (“off-road“) o en condiciones atmosféricas extremas. Pero para la conducción por carretera y calle que se hace en el 99.99% de los casos (y este es un número que mostró en pantalla la propia Tesla) será suficiente.
Tesla anunció que en el segundo semestre de 2020 pondrá en marcha su sistema de conducción autónoma completa una vez durante todo 2019 vayan incorporando los elementos necesarios. Actualmente Tesla ya cuenta con una funcionalidad bastante completa, denominada “Autopilot”, que es capaz de mantener el coche en el carril, frenar y acelerar para mantenerse con el tráfico, cambiar él solo de carril y detectar semáforos. Durante los próximos meses todos los coches Tesla irán recibiendo actualizaciones periódicas que irán incrementando exponencialmente sus capacidades hasta lograr que los coches Tesla puedan circular en prácticamente todas las situaciones cotidianas de tráfico urbano e interurbano.
Los organismos reguladores y el público
Evidentemente todo esto está muy bien desde el punto de visto tecnológico, pero Tesla tendrá que salvar un escollo más para llegar a implantar el sistema. Deberá lograr el visto bueno de los organismos reguladores. En este sentido Tesla tiene bastante confianza en que a finales de 2020 lograrán que al menos un ente regulador (seguramente en Estados Unidos) les autorice a comenzar a activar el nuevo modo en sus vehículos.
Quedará por ver con qué celeridad otras jurisdicciones aprueban este sistema, pero Elon Musk confesó que los organismos reguladores no suelen mostrarse cerrados a estas nuevas tecnologías una vez se les demuestra con datos fehacientes que la seguridad vial crece con el uso de ellos, algo que Tesla lleva mucho tiempo haciendo. Comentaron en la reunión que la nueva característica de cambio automático de carril que lleva en servicio apenas un mes ha completado ya cientos de miles de cambios de carril y todos ellos se realizaron de forma segura sin registrar un sólo accidente. Son datos como estos los que evidencian que un sistema de conducción autónoma, si está bien desarrollado, compite de lleno con la capacidad humana. Nunca se distrae, comete muchos menos errores y no deja de mejorar con el tiempo. Elon Musk incluso llegó a comentar que no le extrañaría que los organismos reguladores no sólo aprobaran estos sistemas pasados los años, sino que los empezaran a exigir como necesarios.
Luego Tesla tendrá que superar otra barrera, la psicológica. El conductor al principio extrañará la situación en la que no conduce él. No sentir que se tiene el control del vehículo es algo para lo que muchos no estarán preparados de primeras. Pero Tesla está convencida de que una vez se pruebe repetidamente el sistema, la conducción autónoma terminará formando parte de nuestras vidas tanto como lo son otras muchas tecnologías automáticas que usamos a diario y de las que no nos preocupamos. Elon Musk puso el ejemplo de los ascensoristas. Antaño cada ascensor necesitaba de un operario que activase adecuadamente el ascensor para que su movimiento no provocara accidentes. Con el paso del tiempo, los ascensores se han ido cargando de sensores y dispositivos que los han hecho tan seguros que ahora mismo hasta un niño pequeño puede accionar uno con total seguridad. Nos hemos despreocupado de ello. Con los coches Tesla pasará lo mismo. Nuestra reticencia inicial pasará a una confianza gradual hasta que lleguemos al punto de dejar que nuestro coche conduzca él solo sin nadie dentro.

Tesla Master Plan 2
Robotaxis y Tesla Network
Esto nos lleva a la gran revolución de Tesla. Al elemento donde Tesla convierte la ciencia-ficción en realidad.
Una vez Tesla haya completado su programa de preparación de su flota de coches para la conducción autónoma, allá por finales de 2020 planea activar lo que denominan “Tesla Network”.
Para simplificar qué es y por qué será disruptiva esta tecnología, conviene ver a Tesla Network como una aplicación para el móvil. Básicamente será una app de Tesla que cualquiera podrá descargar a su móvil. Luego ofrecerá dos tipos de uso. Si eres un propietario de un coche Tesla con conducción autónoma podrás añadir tu coche a la “red de Tesla” para que tu coche lo puedan usar otras personas en períodos de tiempo que tú definas que no lo usas. Si eres un usuario podrás solicitar un coche Tesla allí donde te encuentres. Para que haya coches disponibles en el mayor número de sitios, la propia Tesla también pondrá una flota propia de vehículos, que se llamarán muy adecuadamente “robotaxis”.
El usuario no tendrá más que subir al coche e indicar por la voz o en la tablet del coche dónde quiere ir y el coche hará el resto. Luego Tesla cargará el coste del viaje al usuario, quedándose con un porcentaje de un 30% en concepto de gestión y pasando el resto como ganancia al propietario del vehículo. Elon Musk ofreció algunos datos. Si lo habitual en un viaje medio es gastar 62 céntimos de dolár en USA con un vehículo propio de combustión, o gastar entre 2 y 3 dólares en un sistema de “ride-sharing” actual, con el Tesla Network estiman que podrían reducir ese precio a menos de 18 céntimos de dólar por viaje. Una cantidad ridícula que de ser cierta destrozaría por completo la industria del taxi e incluso pondría en evidencia la necesidad para muchas personas de disponer de un coche en propiedad.

Tesla Network app
Expliquemos por qué con un ejemplo.
Normalmente muchas personas tienen coche pero lo usan un par de horas al día; por la mañana al acudir al trabajo y luego por la tarde para volver. Querremos aprovechar las horas nocturnas para cargar el coche con la electricidad más económica y porque además a esas horas nadie suele necesitar un coche. Eso nos deja con no menos de 10 horas cada día en las que nuestro coche simplemente descansa en un garage o parking. ¿Qué pasaría si en lugar de dejar el coche parado, él solo, como si fuera una persona, se dedicara a dar vueltas por la ciudad recogiendo pasajeros y llevándolos de un lado para otro? De pronto, nuestro vehículo Tesla no se ha convertido en un gasto; es también una fuente de ingresos.
Elon Musk hizo las cuentas por nosotros. Considerando un precio de unos 18 céntimos de dólar por milla, y asumiendo un beneficio bruto por milla de 65 céntimos de dólar, de los cuales ya se han descontado esas millas vacías que el coche hace sin ocupante (al ir a recoger un pasajero o volver), y considerando que un “robotaxi” de Tesla podría hacer 90.000 millas al año (unos 150.000 km) a razón de 16 horas al día a una velocidad media de 25 km/h (circulación urbana) para Elon la ganancia que nos podría proporcionar un coche Tesla estaría en 30.000 dólares anuales. Se trata de un caso extremo, obviamente, porque en muchas horas el coche no encontrará pasajeros y estará inactivo, al menos al principio mientras el sistema se populariza, pero establece un máximo interesante. En un sólo año, un propietario de un model 3 casi podría amortizar el precio del coche. Es un dato espectacular y demoledor. Sólo con que esas previsiones alcancen un 10%, en sólo diez años un coche Tesla como el model 3 se podría convertir para sus compradores en un ingreso y no en un gasto.
Esto le llevó a Elon a lanzar un titular rotundo: “Dentro de tres años, comprarse un coche y que no sea un Tesla, será como comprarse un caballo“. Y aclaró que si lo que uno quería era comprarse un caballo entonces perfecto, pero que nadie debería ir con otra expectativa. Se trata de una clara alusión a lo que pasó con el motor de combustión en su día y el súbito reemplazo que provocó en los caballos. Los “robotaxis” de Tesla volverán a provocar lo mismo. ¿Quién en su sano juicio querrá comprarse un coche que no sea capaz de generarle 30.000 dólares de beneficio al año?
Conviene puntualizar que Tesla Network será un sistema únicamente para coches Tesla y no estará abierto a otros fabricantes. No será como Uber, donde cualquiera, sin importar el tipo de coche, puede unirse al sistema y compartir su vehículo como conductor. Aquí Tesla Network será un sistema de Tesla para propietarios de coches Tesla, y sólo funcionará en modo autónomo sin conductor, aunque cualquier usuario podrá beneficiarse de él, como en una compañía de taxis.
Esto significa obviamente que la responsabilidad de cualquier accidente será de Tesla, pues es Tesla, por decirlo así, la que conducirá los coches. Pero eso también deja fuera al resto de los fabricantes, incluso de aquéllos que estén apostando fuerte por los vehículos eléctricos. Si quieren un sistema como Tesla tendrán que desarrollar su propio sistema de conducción autónoma, y tendrán que poner en marcha una aplicación móvil propia.
Si alguien se pregunta qué le pasará a un “robotaxi” cuando su batería se empiece a quedar vacía, Tesla ya ha pensado en ello. Habrá puntos de carga automatizados, que Tesla ya mostró haber estar probando en el pasado, formados por un brazo telescópico que se acoplará de forma totalmente desasistida a los “robotaxis”. Puede sonar a ciencia-ficción de la más loca, pero estamos hablando de Tesla, la prima hermana de SpaceX. Tened claro que van a hacerlo.
Todo está pensado y meditado. Elon Musk habló de que los “robotaxis”, en buena lógica, al estar mucho más tiempo circulando, sufrirán un deterioro más rápido. En ese sentido Tesla aseguró que están homologando todos los coches que están saliendo ahora mismo de fábrica para lograr que sean capaces de ofrecer un rodaje de un millón millas, o lo que es lo mismo, más de un millón y medio de kilómetros. Una barbaridad de kilometraje para lo que son los estándares de los coches de combustión actuales.

Tesla Model 3 sin volante
Por qué Tesla está tres años por delante de la competencia
El evento de Tesla no sólo estuvo cargado de anuncios impactantes; también sirvió para ofrecer una visión más técnica y en profundidad del sistema de conducción autónoma que explicara a los inversores por qué razón Tesla y no otros fabricantes está a la cabeza en temas de conducción autónoma, y lo va a seguir estando.
Para muchas empresas dedicadas a este tema, como Waymo, Uber, GM y otros, el problema de la conducción autónoma se está resolviendo sobre todo poniendo mucho énfasis en el hardware. Colocar al coche el mayor número posible de sensores, una potencia de cómputo lo más bruta posible, y hacer que el software prácticamente no tenga más que usar el hardware para determinar qué debe hacer el coche.
La visión de Tesla es diametralmente opuesta, y aunque fue muy arriesgada en un principio, ahora se está viendo que ya está dando grandes frutos. Para Tesla el hardware que proponen otras compañías, basado sobre todo en la tecnología LiDAR, es muy costoso. Va a tardar mucho tiempo en reducir su precio para que sea asequible para el público general. Por ese motivo muchas empresas dedicadas a la conducción autónoma todavía no venden el sistema para ser usado en coches genéricos, sino que lo orientan a empresas de transporte y pasajeros.
Tesla está enfocando mucho más su sistema en el software. Para ello están creando la que probablemente es la mejor red neural de conducción autónoma que existe en el mercado. Andrej Karpathy, jefe de la división de Inteligencia Artificial de Tesla (AI), ofreció una presentación en la que explicó por qué razón el sistema de Tesla está a años luz de lo que está ofreciendo el resto de la industria. Puesto que el sistema se basa en cámaras y radares, que son sensores muy económicos pero que imitan en todo las capacidades humanas, el sistema puede imitar el comportamiento humano a base de entrenamiento.
Esto es justo lo que hacen al ofrecer a todos los propietarios el hardware pre-instalado. Actives o no actives el “Autopilot”, mientras un conductor actual circula con su Tesla está sin saberlo ofreciendo información al sistema. El ordenador está funcionando en todo momento en lo que llaman “shadow mode“, o “modo oculto”, comparando lo que él haría con lo que hace el conductor, y aprendiendo. Periódicamente, Tesla recoge toda esa información de sus vehículos y retro-alimenta su sistema central. El modo de funcionamiento de este software imita el modo en que los humanos aprendemos, por prueba y error, y no deja de mejorar y mejorar. Se está empezando a volver tan bueno que Tesla es capaz de determinar a qué distancia se encuentra un vehículo sólo con ver qué tipo de vehículo es y su tamaño en la imagen, algo que hace prescindible las capacidades de un LiDAR a la hora de obtener la profundidad.
La tecnología LiDAR, que Elon Musk calificó de “estúpida y sin sentido para la conducción autónoma“, utiliza un sensor que emite luz para captar obstáculos y la distancia a la que se encuentran. Pero no ofrece un modo rápido para identificar qué es el objeto en cuestión. ¿Es una caja, una bolsa, un animal cruzando la carretera? El sistema LiDAR sólo detecta que ahí hay algo, pero la identificación de objetos es algo que sólo se puede hacer extraordinariamente bien usando imágenes e inteligencia artificial. Y es de importancia capital en la conducción autónoma, porque la cantidad de situaciones inesperadas e imprevistas que se pueden dar en una carretera se cuentan por millares y millares. No es lo mismo identificar que hay un animal grande en la carretera, algo que debería provocar un frenazo, que identificar una simple bolsa o arbusto llevado por el viento, que el coche puede atravesar sin problema.
La explicación de Andrej y Elon fue clara. El sistema, al principio, como cuando un niño comienza a aprender, se muestra dubitativo y no ofrece confianza, pero durante estos años Tesla no ha dejado de recabar datos a medida que sus usuarios conducían sus coches, y los técnicos de Tesla no han dejado de introducir situaciones y soluciones para cada caso. El sistema no deja de mejorar mes a mes de forma exponencial, apoyándose en todo el conocimiento que ya lleva adquirido. Es por lo que manteniendo este ritmo, Elon Musk se muestra confiado de que con su sistema actual podrán anunciar la conducción autónoma completa para finales de 2019, y la puesta en marcha de los primeros “robotaxis” en la segunda mitad de 2020. Tesla examina sus propios datos y está viendo la tendencia que tienen en las capacidades de su software, y como ocurre en las curvas exponenciales, al principio el progreso es muy lento, pero pasando el tiempo el avance se vuelve espectacularmente rápido.
Conclusión
Les queda mucho camino por delante al resto de los fabricantes y empresas si quieren alcanzar a Tesla. Que nadie se confunda. Hay muchos medios diseminando la falsa idea de que el sistema de conducción autónoma de Tesla es uno más de un montón, y que lo que importa son los kilómetros recorridos sin tener un fallo. Es una errónea perspectiva. La conducción autónoma debe enfocarse como un sistema vivo que deberá evolucionar en los próximos años alimentado por una creciente experiencia del mismo. Todas aquellas empresas que ponen su énfasis en el hardware sólo podrán ofrecer mejoras cada vez que actualicen su hardware. El software, que puede ser actualizado remotamente como ya hace Tesla con sus coches, es mucho más potente en este sentido.
Está por ver si Tesla logra todos estos planes pero desde luego la propuesta es la más ambiciosa y la más coherente de todas las que se han presentado hasta la fecha. Ningún fabricante parece comprender el alcance tan disruptivo que puede tener la llegada de coches que conducen completamente solos. Implica prever soluciones para un nuevo mercado, el del car-sharing; implica entender que sólo los coches eléctricos se podrán recargar ellos mismos con seguridad para seguir operando de forma autónoma, que las gasolineras automáticas no es algo que esté disponible para los coches de combustión actuales; que un coche eléctrico, puesto que no contamina, puede ponerse en marcha donde sea él solo sin peligro de humos tóxicos; que su coste de uso es mucho más bajo que uno de gasolina. Es el tipo de vehículo perfecto para una flota de vehículos autónomos. Y esta sinergia sólo pueden ofrecerla a día de hoy empresas como Tesla, que ha puesto todos los huevos en la cesta de la movilidad eléctrica desde un principio.
Mucho trabajo tienen por delante el resto de las compañías, ya sean fabricantes o empresas relacionadas con el taxi, para ponerse a la altura de Tesla en los años venideros, o si no su futuro será muy incierto.
Para saber más:
https://electrek.co/2019/04/22/tesla-autonomy-event-news-hub/
https://www.cnbc.com/2019/04/23/elon-musk-any-other-car-than-a-tesla-in-3-years-like-owning-a-horse.html
5 Comentarios. Dejar nuevo
Soy uno de los que mencionas, que les gusta pisar el acelerador y sentir la carretera.
Hay otros que les encanta montar a caballo o pasear por los bosques en coche de caballo.
Desgraciadamente estos hábitos se extendieron a los todoterreno.
En este excelente artículo nos enseñas como va a ser un futuro no muy lejano. Estoy completamente de acuerdo, sobre todo con el “Master Plan” de construir un vehículo altamente asequible e integrar un techo solar(el proyecto suena a SONO-MOTORS).
Disculpa, porque quiero dejar una pequeña crítica: ¡DEBERÍAMOS USAR LA PALABRA TÉCNICA en vez de tecnología !
Tecnología es solamente la ciencia que trara la técnica, pero no el objeto.
No consultes la RAE, porque ellos ya tiraron la toalla.Mi argumento sin embargo está explicado en el DUDEN alemán.
Un saludo
trata . . . . en casa del herrero, cuchillo de palo . . . .perdón
Creo que Tesla está haciendo una maniobra muy arriesgada con todo lo referente al Autopilot. Es una jugada que:
* Si les sale, se comen el mundo
* Si no les sale, prácticamente desaparecen como empresa (muchos compradores esperan tener el autopilot que les prometieron a futuro. Si al final no lo tienen demandarán, y al menos en USA este tipo de demandas suelen implicar compensaciones brutales).
Honestamente, espero que les salga. Técnicamente, como ingeniero de SW, creo que es un problema muy difícil de resolver, y yo mismo he de reconocer que tendría miedo. Como bien dices, la casuistica en carretera es casi infinita, y por definición no puedes estar preparado para “cualquier cosa”.
Por ese motivo, veo razonablemente posible lograr un nivel 4 de autonomía (aunque no tan a corto plazo), en el que el coche, ante una situación realmente inmanejable, aparque “lo mejor posible” y espere instrucciones del piloto/supervisor. Pero el nivel 5 lo veo demasiado lejos. Y sin eso, el coche no puede ejercer de robotaxi.
Quizá la solución pasa por el control remoto. Un nivel 4 en el que no haya piloto/supervisor presencial, pero que cuando se detecte algo imposible de resolver, el coche pueda ser controlado remotamente desde algún centro especializado en ello.
Enhorabuena AGOB por decir técnicamente en vez de tecnológicamente. Yo también vivo en una casa, nó en una arquitectura, aveces hago un transporte, nó una logistica.
La adoctrinación de la indústria causa estos errores, porque muchas empresas no quieren que aprendamos. De ésta manera producimos basura en vez de reutilizar y dejamos la pasta.
El téma del Autopilot es muy parecido. Nos llevará a ser perfectamente controlados(por ésta razón no tengo teléfono móvil). Me gusta la humanidad, pero no el “GRÁN HERMANO”
Salu2
Suena a ciencia adicción pero ojalá el plan maestro de Elon Musk llegue a consolidarse por el bien de todos los ciudadanos y de la sociedad en general