Con tantas noticias puntuales de Tesla en distintos artículos y medios de comunicación, es difícil hacerse a la idea de la situación general en la que está. En este artículo explicaré su situación actual y sus planes de futuro. ¿Porqué se habla tan bien y tan mal de Tesla? ¿Porqué son tan conocidos? ¿Porqué no producen beneficios? ¿Qué tienen pensado para el futuro? Vamos allá.
Si eres relativamente nuevo en el mundillo de los vehículos eléctricos, te recomiendo leer primero este otro artículo que escribí llamado “La historia de la movilidad eléctrica” para conocer los orígenes de Tesla y de la movilidad eléctrica en general.
Tesla es una conocida y mediática empresa de vehículos eléctricos y baterías nacida en 2003. Se la conoce, entre otras cosas, por revolucionar el mundo de los automóviles demostrando la viabilidad de los coches eléctricos, por su software de conducción autónoma y por su peculiar director general, Elon Musk.
La nueva etapa de Tesla comienza en abril de 2016, cuando Elon Musk presentó un nuevo modelo, el Tesla Model 3. Este vehículo, con un precio base de 35.000 $, sería el más asequible de la empresa, costando la mitad que sus otros modelos, el S y el X. Sin embargo, la producción tardaría un tiempo en comenzar. Hasta entonces, la empresa dependería de los recursos obtenidos de la venta de S y X para financiar la construcción de las nuevas líneas de producción en su fábrica de Freemont y de su Gigafábrica de baterías en Nevada. Tras la presentación, las reservas fueron de cientos de miles de unidades, algo que, si bien es bueno, sería una odisea para una pequeña empresa que hasta el momento fabricaba algunas decenas de miles de coches al año.
Tesla adquirió SolarCity, otra empresa de Musk dedicada a la fabricación de paneles solares para uso particular, y creó otra división dentro de la empresa llamada Tesla Energy. Además de fabricar paneles solares, esta división empezaría a producir baterías.
Tras más de un año de duro trabajo, la primera línea de producción del Model 3 empezó a funcionar. Estas primeras unidades producidas se entregaron a trabajadores de Tesla y SpaceX (la otra gran empresa de Musk) para realizar pruebas e informar a la compañía de errores e imperfecciones, con el objetivo de tener un producto más pulido para las entregas al público. La producción empezó despacio y empezaron a tener grandes retrasos; la empresa se golpeó duramente contra la realidad de que escalar la producción iba a ser mucho más difícil de lo que habían previsto. Por si fuera poco, esta mediática pero realmente pequeña empresa tenía la presión de cientos de miles de reservas de clientes, algunos más impacientes que otros.
Tesla adoptó la estrategia de publicitar sus otros modelos, el S y el X, a las personas con reservas del Model 3. El objetivo era claro: disminuir las reservas del Model 3 convirtiéndolas en compras más lucrativas y cercanas en el tiempo que les ayudasen a escalar la producción. Y es que, verdaderamente, el único y gran problema de Tesla nunca ha sido vender lo suficiente, sino producir tanto como se le demanda; es por esto que nunca has visto publicidad suya. ¿Por qué iban a gastar un sólo dólar en ello?
Ante estos problemas y retrasos, sus críticos se frotaban las manos, y es que hay mucha gente a la que le interesa que Tesla falle: por un lado grandes corporaciones petroleras y automovilísticas y por el otro conservadores y fans del mundo del motor. Para empeorar las cosas, varios controvetidos accidentes de tráfico de vehículos Tesla fueron noticia por todo el mundo. Lo que los medios de comunicación no contaban era que, a pesar de los accidentes, los vehículos Tesla son más seguros que la media con una diferencia abismal incluso respecto a otros coches de lujo y que el Autopilot es más seguro por km recorrido que una persona. No voy a extenderme más en este asunto porque ya escribí otro artículo sobre ello que podéis encontrar aquí.
Dadas las circunstancias, Tesla entró en lo que Elon Musk calificó como production hell (infierno de producción), unos meses de trabajo intenso para aumentar la producción con períodos en los que muchos empleados han tenido que hacer horas extra y en el que Musk ha pasado muchas noches durmiendo en la fábrica, y es que él trabaja día y noche optimizando los sistemas e incluso a veces haciendo el trabajo propio de un mecánico.
Y parece ser que finalmente el “infierno de producción” llega a su fin. Tan sólo hace unos días, Elon Musk anunció en un tweet que Tesla había fabricado 7.000 coches en una semana, un ritmo que muestra el potencial de la empresa para seguir creciendo, sobre todo sabiendo que han cumplido su objetivo a corto plazo, que era llegar a 5.000 Model 3 a la semana. De seguir así, su producción ha llegado a los cientos de miles de unidades al año. Además, el Model 3 representa ya más de la mitad de los coches nuevos producidos por la compañía. Veremos si su red de supercargadores puede adaptarse a este rápido crecimiento del número de vehículos.
Sin embargo, toda esta montaña rusa no sólo concierne a Tesla, y es que con tanta gente apostando a favor y en contra de ella, la presión económica en la bolsa es brutal. Las acciones de Tesla suben y bajan cada semana, y no son pocas ya que la valoración de la empresa, pese a su pequeño tamaño, es de unos 55.000 millones de dólares. Si esto ya hace que se hable de ellos en todo el mundo. En Estados Unidos las noticias son constantes y cada minúsculo paso que da la empresa es observado minuciosamente por miles de periodistas presionados para sacar artículos que consigan muchas visitas. Tanto es así que es frecuente encontrar a Elon Musk en Twitter enfadado con alguna página o con algún periodista por haber publicado alguna mentira sobre Tesla. Sin ir más lejos, se dijo que había habido accidentes en la fábrica causados por la falta de líneas de seguridad en el suelo porque “Elon odia el amarillo”, sin embargo, en imágenes de la fábrica tomadas por otros medios de comunicación se puede observar claramente que el suelo está lleno de estas líneas que son, además, de color amarillo.
Y éste sólo es un ejemplo entre cientos. Hay muchas páginas lucrándose a base de rumores, medias verdades y títulos sensacionalistas que dañan la imagen de Tesla. Por eso una gran parte del público siente cierto rechazo hacia Tesla.
Por otro lado, la división de energía ha ido trabajando sin mucha atención y completó el año pasado la instalación de baterías más grande del mundo en Australia, con una capacidad de 100 MWh. Esta batería está ayudando ahora a la región del sur del país a mantener la estabilidad de red que necesitaban, pues su infraestructura era débil y los cortes de luz eran frecuentes. El gobierno local está muy contento con la inversión, que ha tenido incluso mejores resultados de los esperados.
El futuro de Tesla
Aún sabiendo todo esto, uno no puede estar completamente al corriente (chiste intencionado) de Tesla si no sabe de sus proyectos futuros. Y bien, ¿qué tiene Tesla preparado para los próximos años?
Empecemos con los próximos lanzamientos: resulta que Tesla tiene pensado lanzar 4 modelos nuevos en los próximos años, dos de ellos ya presentados. Todos ellos empezarán su producción en 2020 y 2021.
El primero es el “Tesla Semi“, es decir, un camión. Con este modelo, Tesla se abre a otro sector aparte del de los vehículos particulares. La gran diferencia aquí es que, mientras en el caso de los consumidores el coche es el gasto principal, las empresas de transporte gastan bastante más en combustible que en comprar los camiones. Así, aunque el camión de Tesla sea más caro que los de combustión, el precio de la electricidad sería muy inferior en comparación con el del combustible, incluso en Estados Unidos donde la gasolina cuesta la mitad que en Europa. Esto ya ha llamado la atención de muchas empresas, que ya han reservado varios modelos cada una. Si quieres más información sobre el camión de Tesla, te recomiendo consultar este artículo.
El mismo día de la presentación del camión, Elon Musk presentó el Tesla Roadster 2, una versión mejorada del primer modelo que Tesla fabricó (y que ya no está en venta). Sus prestaciones son brutales. De 0 a 96 kmh en 1,9 segundos, 1.000 km de autonomía y un par motor de 10.000 Nm. Otros vehículos de prestaciones comparables (que no iguales; no los hay) cuestan varios millones de dólares; el precio base de este es de “sólo” 250.000 $. Más información aquí.
Ahora vamos con el que probablemente sea el más importante de los nuevos modelos: el Model Y (para completar la palabra S3XY). Este modelo sería al Model X lo que el 3 es al S, es decir, un SUV asequible para la clase media. Tesla prevé que este coche supere en ventas al Model 3 y revolucione ese segmento. Elon ha dicho por Twitter que es posible que lo presenten oficialmente en marzo de 2019. (La primera imagen es oficial de Tesla, la segunda es un diseño de un fan).
Por último (en la parte de los vehículos) tenemos el “Tesla Pickup truck“. El nombre en español de este tipo de vehículos varía según la región; donde yo vivo se les llama rancheras o camionetas. A pesar de que este segmento parezca pequeño, en Estados Unidos tiene el potencial de vender cientos de miles de unidades. Hace pocos días, Elon Musk preguntó a sus seguidores de Twitter sobre las características que tendría su camioneta ideal y anotó muchas sugerencias; parece ser que está en fase de diseño. (La foto de abajo también es un diseño de un fan).
No podemos olvidarnos de Tesla Energy. Tras su presentación de las baterías, Tesla también presentó el “tejado solar”, unas tejas hechas de un material transparente en cierto ángulo que ofrecen mucha más resistencia que las tejas convencionales y permiten poner pequeñas células fotovoltaicas en su interior. Sin embargo, la producción de baterías de la Gigafábrica se ha centrado en el Model 3 y en proyectos de instalación grandes como el de Australia, dejando de lado el público particular. No obstante, conforme la producción del Model 3 se estabilice, podemos esperar que Tesla vuelva a darle vida a estos proyectos también. Esta división de la compañía produce importantes beneficios que sin duda son cruciales en esta fase de expansión. Hace pocas semanas, Musk dejó caer por Twitter que proyectos a la escala del gigavatio hora (una salvajada de energía) estaban por llegar. Eso es 10 veces el proyecto de Australia, que ya es la instalación de baterías más grande del mundo.
Pero, si la fábrica de Freemont ya está a tope, ¿dónde van a fabricar todo eso?
Tesla ha anunciado que construirá una gran fábrica en Hong Kong (para abastecer al mercado chino, no porque le sea más barato: los aranceles chinos a coches fabricados fuera son del 25%). También construirá una fábrica en Europa para abastecer al mercado local, reduciendo los precios ya que no sería necesario importar los coches desde Estados Unidos. También tiene una fábrica de paneles solares en el Estado de Nueva York.
Muy bien, todo esto suena genial, pero, si realmente lo es…
¿Por qué Tesla no da beneficios?
Es una muy buena pregunta y una de las más frecuentes críticas hacia Tesla. Entonces ¿es cierto? Pues sí… pero no.
Como toda empresa nueva (sobre todo en el sector automovilístico, un mercado dominado por gigantes y hostil ante las startups) en sus inicios dependía del capital invertido por su principal inversor, Elon Musk. Él puso en Tesla hasta el último céntimo que tenía para que pudiera sobrevivir; incluso tuvo que pedir préstamos a amigos para pagar el alquiler. Muchos otros inversores también han depositado su confianza (y dinero) en Tesla, que salió a bolsa en 2012. Todo este tiempo ha estado subsistiendo a base de inversiones y, a día de hoy, todavía sigue en números rojos. ¿Por qué? Porque reinvierte los beneficios en crecer.
Si Tesla dejase de invertir en aumentar la producción y sencillamente vendiera los coches al ritmo actual, daría beneficios, y muchos. El resto de las empresas de coches importantes son gigantes del sector que ya producen tantos coches cuando quieren. De hecho, poco después de que Elon pusiera el tweet diciendo “7.000 coches, una semana. Adoro al equipo de Tesla” , el CEO de Ford en Europa mencionó su tweet diciendo “7.000 coches, 4 horas. Adoro al equipo de Ford”. Cabe destacar que Ford se fundó en 1903 y Tesla en 2003, es decir, Ford le saca a Tesla 100 años de ventaja.
Es por esto que, si Tesla quiere tener algo que hacer contra los gigantes a largo plazo, debe invertir por crecer todo lo rápido que pueda. Aún así, Elon ha dicho que espera que Tesla empiece a generar beneficios en el tercer o cuarto trimestre de 2018.
¿Cuál es el propósito de Tesla?
Finalmente, quería remarcar el propósito de Tesla: un mundo basado en energías renovables y movilidad eléctrica para reducir las emisiones de gases cancerígenos a la atmósfera y frenar el cambio climático. Además, si eres hispanohablante es probable que tu país importe el petróleo, lo cual cuesta muchos miles de millones de dólares. En un mundo dominado por la energía eléctrica y renovable, todos pueden consumir lo que se produce en su zona. El autoconsumo también garantiza menor vulnerabilidad ante catástrofes naturales. No hay mejor ejemplo que Puerto Rico, pues tras el huracán hace unos meses, su antigua red eléctrica basada en combustibles fósiles quedó devastada, dejando a millones de personas sin electricidad. A pesar de sus dificultades económicas, Tesla donó e instaló gran cantidad de baterías y paneles solares para ayudar a la recuperación de Puerto Rico.
Además, para acelerar la transición a una movilidad sostenible, Tesla tomó hace varios años una decisión que a muchos les pareció económicamente absurda: abrir todas sus patentes. Esto permite que cualquier empresa utilice su tecnología, no ganando ellos (económicamente) nada a cambio.
Sólo hace falta comparar esto con el resto de las empresas automovilísticas para ver la diferencia. Empresas que ponen cara de buenos mientras trucan los coches para poder emitir más de lo permitido, más sustancias tóxicas que van a tus pulmones y a los de tus seres queridos o empresas que simplemente quieren hacer dinero.
Ahora sí, ya sabes todo lo que necesitas saber sobre Tesla.
Muchas gracias por tu atención.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Buen repaso, esperemos que no hayas problemas y todo avance según lo previsto.
Todos proyectos con mayor o menor repercusión mediática pero sin duda la división de automóviles es la que más éxito comercial está teniendo y la que probablemente alcance mayor repercusión en los próximos años por su idea disruptiva del cambio hacia la movilidad eléctrica esperemos por el bien de todos que lo consiga