Hace algo más de un siglo, cuando los primeros coches se empezaban a vender, había mucha gente que creía que los caballos eran insustituibles, podían comer donde fuera que hubiera hierba o pienso y no necesitaban apenas mantenimiento. Alegaban que la falta de infraestructura y el hecho de que siempre se habían usado los caballos hacía de los coches un capricho de ricos que no iba a llegar lejos. Después de todo, donde haya un buen caballo que se dejen de automóviles…¿verdad? Hoy vemos que esto se repite una vez más con la historia de la movilidad eléctrica.
Por aquel entonces había dos tipos de coches, los eléctricos y los de gasolina. Sí, hace 100 años ya había coches eléctricos, todos basados en el simple diseño de motor eléctrico desarrollado por Nikola Tesla. Y es que los motores a combustión son mucho más complejos.
¿Entonces qué fue de los coches eléctricos?
A pesar de que el motor era más simple, los coches eléctricos tenían un punto débil, las baterías. La civilización acababa de cambiar tras la aparición de la electricidad, pero el problema siempre había sido almacenarla. La densidad energética de la gasolina era inmensamente superior, así que los coches eléctricos dejaron de fabricarse.
A medida que la nueva tecnología se iba popularizando, las gasolineras empezaban a aparecer en todas las ciudades y los caballos se utilizaban cada vez menos en favor del cada vez más práctico y económico automóvil, que revolucionó el concepto de urbanismo. Pocos años después ya éramos totalmente dependientes de los coches y, consecuentemente, la industria automovilística se convirtió en una de las más importantes y con gran influencia en la economía.
Hoy en día sabemos que estas máquinas que nos hacen la vida más fácil y a las que no estamos dispuestos a renunciar emiten gases tóxicos y de efecto invernadero que provocan cáncer y favorecen el llamado Cambio Climático.
Desechados los coches eléctricos, no había una gran necesidad de mejorar las baterías, casi todo funcionaba por cable y las que usaban los coches, aviones y barcos no necesitaban mucha capacidad ya que se recargaban constantemente con el movimiento de los motores.
El resurgimiento del coche eléctrico
Pero finalmente surgió otro aparato indispensable sin el que tampoco podemos vivir hoy: el teléfono móvil.
Los móviles crecieron rápidamente en popularidad y crearon una necesidad mayor de aumentar la duración y reducir el tamaño de las baterías, que seguían poco a poco mejorando.
En 1996, el gigante automovilístico General Motors lanzó el EV1, el primer coche eléctrico moderno con una autonomía de unos 130km.
Este coche fue un experimento de la compañía y sus unidades se arrendaban, aunque seguían siendo propiedad de General Motors.
Tras varios años, General Motors cerró la fábrica y retiró los vehículos existentes en contra de la voluntad de sus usuarios y, a pesar de las protestas, los reunieron y los desguazaron. Se sospecha que General Motors no quería que surgiera una nueva tecnología que les obligara a adaptarse (cosa que a los gigantes nunca les gusta) y por eso los destruyeron.
Sin embargo, en 2003 Elon Musk, un millonario que había hecho su fortuna con la venta de PayPal a Ebay, financió a una pequeña startup que quería desarrollar coches eléctricos viables. Él llevaba tiempo interesado en los vehículos eléctricos y estaba buscando una manera de hacerlos resurgir. Elon diseñó un plan en tres fases para cambiar el mundo de la automoción.
El plan maestro de Elon Musk
Fase 1: Hacer un coche muy caro y con pocas unidades que dé a conocer la tecnología y acabe con la mentalidad de que “los coches eléctricos son como carritos de golf, feos, con muy poca autonomía y poco potentes”.
Fase 2: Con el dinero del primer coche hacer un sedán algo más barato accesible para más personas y con muy buenas prestaciones.
Fase 3: Con el dinero del sedán hacer un coche mucho más barato accesible para el mercado de masas.
Tesla, el principio de la revolución
Como los costes de desarrollo de la tecnología serían altos, el primer modelo iba a ser indudablemente caro y sólo los ricos podrían permitírselo. ¿Y qué coche querría comprarse un rico? Un deportivo. Por lo que empezaron a trabajar en el Tesla Roadster, que tendría más de 300 km de autonomía y unas prestaciones que nada tenían que envidiar a un Porsche.
Tras años de desarrollo y muchas complicaciones acompañadas de burlas por parte de economistas y magnates de otras compañías, incluyendo General Motors, las primeras unidades del Roadster se entregaron a sus propietarios en 2008. Ese año fue decisivo para la empresa, ya que con el comienzo de la crisis estuvo a punto de quebrar por falta de inversores.
Las primeras unidades tenían algunos defectos y Tesla hacía lo que podía para ir vendiendo más unidades y arreglar los errores mientras financiaba el desarrollo de la fase 2 de su plan en forma del Tesla Model S.
Además, contaron con un préstamo del departamento de energía de Estados Unidos de 465 millones de dólares.
Aquí comenzaron los ataques mediáticos a Tesla por utilizar dinero público (aunque todas las compañías de automóviles lo hagan). Elon Musk empezó a hacerse famoso y todo lo relacionado con Tesla era noticia, habiendo gente que llegaba a pensar que el gobierno tenía trato de favor hacia Tesla.
Conforme fueron vendiendo más Model S, otras compañías empezaron a darse cuenta de que el futuro era eléctrico, lo cual no les convenía ya que lo tenían todo muy bien montado para que viniera esta empresa salida de la nada a cerrarles el chiringuito. Algunas, como Nissan, fueron de las primeras en seguir los pasos de Tesla con su primer modelo eléctrico, el Leaf. Otras compañías empezaron a anunciar planes para lanzar modelos híbridos o eléctricos, pero Tesla ya les llevaba mucha ventaja.
En 2013, Tesla devolvió todo el préstamo al gobierno mucho antes de lo previsto, siendo la primera empresa del automóvil estadounidense en devolver todo el préstamo al Estado (esto hizo callar a bastantes críticos).
Los primeros coches eléctricos de otras marcas que salían eran, sorprendentemente, “poco agradables a la vista”. Quizá se trataba de una estrategia por parte de las grandes empresas para hacer creer a la gente que los eléctricos son feos y, al mismo tiempo, quedaban bien sacando esos modelos, ya que realmente no hay necesidad de mucho cambio en el diseño exterior.
En 2015 Tesla lanzó el Model X, un SUV que también pertenecería a la fase 2 del plan de Elon Musk.
Últimamente las ventas han ido en aumento y Tesla está creciendo a buen ritmo. Está instalando estaciones de recarga rápida por todo el mundo para que todos los usuarios de sus vehículos puedan moverse por Estados Unidos, Europa, China y el resto del planeta.
A día de hoy Tesla está empezando la producción del Model 3, presentado en 2016 y que promete revolucionar el mercado, siendo un coche fantástico difícil de igualar por otros de precio similar.
El Model 3 está forzando poco a poco a otras compañías a invertir en motores y coches eléctricos, a pesar de que muchas de ellas son muy reticentes al cambio y quieren que sea lo más lento posible para amortizar sus inversiones.
Los últimos niveles de contaminación en las ciudades sumado a la creciente fama de Tesla está provocando además que algunos países se estén empezando a plantear la prohibición de la venta de vehículos de combustión a partir de cierta fecha. Algunos como Francia ya lo han hecho.
Pero, si los coches de Tesla son tan buenos, ¿por qué nunca he visto publicidad suya?
Hay dos motivos por los que Tesla jamás ha gastado un dólar en publicidad. La primera es que su fama hace que la gente y los medios hablen de ellos totalmente gratis. La segunda es que su principal problema es que no son capaces de cubrir la enorme demanda que tienen sus vehículos.
Ventajas de los vehículos eléctricos
-Cero emisiones: No emiten gases tóxicos ni de efecto invernadero cuando se usan, por lo que si su electricidad proviene de fuentes renovables sus emisiones son nulas.
-Los motores eléctricos son más eficientes: Esto significa que aunque su energía provenga de fuentes no renovables sus emisiones totales serían menores que las de un vehículo de combustión.
-Ahorro: La electricidad es mucho más barata que la gasolina, lo cual supone un ahorro de miles de euros a lo largo de varios años, pudiendo incluso amortizar el precio completo si se utiliza con mucha frecuencia (caso de muchos taxis).
-Los motores eléctricos son más simples: Se requerirán menos reparaciones a lo largo de su vida útil (aunque los primeros modelos requieran más por ser modelos nuevos).
-Los motores eléctricos son más potentes: No necesitan marchas y pueden hacer pleno uso de su potencia en cualquier momento.
-Seguridad: En general, son más seguros ¿Por qué? Los coches convencionales tienen un enorme motor de combustión en la parte delantera que, en caso de choque frontal se desplaza hacia el interior del vehículo ocasionando graves lesiones o incluso la muerte para sus ocupantes. A pesar de que están diseñados para reducir ese riesgo, la posibilidad de lesiones sigue siendo mucho mayor que en el caso de un VE, cuyos motores son más pequeños y se encuentran generalmente en la parte inferior (en medio del eje de las ruedas).
-Maletero delantero: Algunos eléctricos (en concreto los que tienen el motor en el eje) tienen el espacio que normalmente ocuparía un motor disponible, por lo que cuentan con un maletero suplementario en el frontal.
-Puedes recargar en casa: Muchos son quienes se quejan de su baja autonomía, pero eso sólo es problema en los viajes largos ya que para su uso en el día a día se puede recargar en casa enchufándolo a una toma normal y corriente (valga el chiste).
-Son más silenciosos: Eso reduce el ruido de las ciudades a medida que su uso se vaya extendiendo.
¿Qué vehículos eléctricos existen en el mercado?
En esta web tenemos información de todos ellos, siendo los más importantes:
Tesla Model S: Berlina de alta gama y alto precio con una autonomía real de unos 400 km dependiendo de la versión. Las más caras llegan a los 500 km (a partir de 86.000 € en España).
Tesla Model X: SUV de alta gama y alto precio con una autonomía real de unos 400 km dependiendo de la versión. Las más caras llegan a los 500 km (a partir de 90.000 € en España).
Nissan Leaf: La primera versión de este coche está a la venta actualmente. Se trata de un vehículo pensado para uso urbano con una autonomía real de unos 150-200 km. La segunda versión estará pronto disponible con mayor autonomía y mejor diseño entre otras cosas (en el rango de los 35.000 €).
(Versión 1)
(Versión 2)
Hyundai Ioniq EV: Un coche familiar de tamaño medio con una autonomía real de unos 150 km (en el rango de los 35.000 €).
BMW i3 : Es un turismo pensado para uso en ciudad con una autonomía real de unos 150 km. BMW es una de las empresas que más está trabajando en el sector del vehículo eléctrico por lo que se esperan más EVs por su parte en un futuro cercano (en el rango de los 35.000 €).
PRÓXIMAMENTE
Tesla Model 3: Sedan de alta gama y altas prestaciones con una autonomía real de entre 330 km y 480 km. (entre 35.000 € y 50.000 €). Ofrece grandes prestaciones en comparación con otros de precio similar. Las primeras unidades ya se están entregando pero debido a la gran cantidad de reservas existentes (más de 400.000) alguien que reserve ahora lo recibirá probablemente a finales de 2018 o principios de 2019.
El futuro de los vehículos eléctricos
Es evidente que el transporte del futuro es eléctrico, la cuestión es cuánto vamos a retrasar el cambio. Cuanto más lo retrasemos, mayores serán las consecuencias en la salud de las personas y en el mundo en que vivimos.
Comprando un vehículo eléctrico no sólo estás ayudando por tu cuenta, sino que también le estás diciendo a las marcas que inviertan más en el sector eléctrico y estás demostrando a los que te rodean que es algo real y tan bueno como los de combustible si no mejor.
Así que, más fuerte que nunca, ¡pásate a lo eléctrico!
18 Comentarios. Dejar nuevo
Muy buena historia, hasta llegar a tesla y los de más, genial la página, que día día cambien las cosas para mejorar el planeta y cuidarlo
¡Gracias! Toca cuidar el planeta, es nuestra responsabilidad ?
Exacto! Gracias 🙂
En serio, no me acostumbro a la interfaz de comentarios que no me muestra las respuestas y ya es la tercera o cuarta vez que te respondo jeje
Pensemos en nuestros descendientes, sobre todo por la salud. Olvidemos el coste inicial, ya que se amortizan con el uso.
Exactamente, este es el objetivo final
¡Gracias! Toca cuidar el planeta, es nuestra responsabilidad 🙂
Vaya, quería poner esto como una respuesta a otro comentario y ahora no me deja/no sé borrarlo jaja
Este articulo deberia llamarse “Historia de Tesla y solo uno de los muchos VE que se hicieron anteriormente”…
Lo cierto es que Tesla es la empresa responsable del retorno del EV y sus coches eléctricos son mejores.
Y no menos cierto es que Tesla no es la historia, solo una pequeña parte, y menos aun de la “movilidad electrica” ya que solo hacen coches y en esta, entran otros “artefactos” como motos, triciclos, biciclos, avionetas, barcos, incluso submarinos que tambien se han hecho electricos y algunos hace mucho tiempo “con extensor de autonomia”. No me quejo del articulo, sino que esto ya empieza a parecer un periodico donde ponen titulares falsos para tener entradas, y engañando, poco favor haceis al fin que decis pretender conseguir…
Yo he sido uno de eso locos que si se ha comprado un coche eléctrico a pesar de su precio. No pagué esos 35000 euros ( uf eso es muchísimo) pagué cerca de 22000 por un buen coche bien equipado con 180 km de autonomía real ( kia soul) y francamente no miré en si me salía económicamente a cuenta, más bien pensé en las ventajas del eléctrico. Convencí a mi mujer ( que ahora está encantada) en que era un cambio de tecnología y no le cambiaba su coche de año y medio por puro capricho. Es lo mejor que podía haber hecho.
¿Serà que alguien se anima para hacer una investigaciòn sobre los coches elèctricos en España en el siglo pasado?
En España nunca llegaron, los coches en sí llegaron más tarde, cuando ya había ganado en EEUU la batalla el motor de combustión
Sería justo incluir al Renalt Zoe, que está pegando fuerte…
El artículo era principalmente de la historia y he incluido al final a mis favoritos, pero no le quito nada de mérito al Zoe. La verdad es que el Zoe a mí personalmente no me gusta demasiado. Sí que es cierto que es más económico pero a costa de alquilar las baterías (lo que se traduce en una cuota mensual que se asemeja más al precio de la gasolina), por lo que pierde la principal ventaja de los VE.
Gracias por el artículo, es interesante.
Respecto a los vehículos eléctricos disponibles hecho en falta por ejemplo al Zoe, uno de los más económicos con batería de 40kw/h; por otra parte el Ioniq EV tiene una autonomía real de unos 200 km, verificada por múltiples usuarios incluso en circunstancias adversas; y lo de que BMW está trabajando en el vehículo eléctrico no se a que atiende, sacó un coche hace años, que parece un prototipo, llamado i3 y ahí se ha quedado, que es lo que está apostando?; por ejemplo Renault, siendo poco, tiene el Zoe y una Kangoo eléctrica, ya apuesta mas que BMW, y es poco.
Yo revisaría esta última parte del artículo.
Gracias por los artículos que publicáis.
Un saludo!
El Zoe a mí personalmente no me gusta demasiado. Sí que es cierto que es más económico pero a costa de alquilar las baterías (lo que se traduce en una cuota mensual que se asemeja más al precio de la gasolina), por lo que pierde la principal ventaja de los VE. Respecto a BMW, está trabajando en varios prototipos, se sospecha de un i5 eléctrico, pero sí que tienes razón que Renault está haciendo más.
Un saludo!