Desde el paleolítico al ser humano no le gustan los cambios, es más, ésta mejora evolutiva nos ha ayudado a sobrevivir a lo largo de la historia. Pero si esto hubiese seguido arraigado en nuestros cerebros quizá nunca hubiese existido la máquina de vapor, el tren, el avión, el coche… ¿seguiríamos viajando a pie, no? Parece que este miedo a los cambios sigue muy presente en algunos hoy en día y por ello quiero tratar el tema de ese miedo al vehículo eléctrico, que lleva a alguno a contar mentiras o verdades al gusto sobre ellos.
El otro día por casualidad me encontré un hilo en twitter sobre un usuario al que le habían dejado un vehículo eléctrico para sus vacaciones, eran las 12 de la noche y ya estaba en cama, pero no pude resistirme a rebatir cada una de sus mentiras o verdades al gusto en un hilo de réplica. Así pues quiero exponeros la realidad de este cambio que ya está aquí y viene para quedarse.
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El precio de un vehículo eléctrico
Es cierto que actualmente el precio de un vehículo eléctrico no está al alcance de cualquier bolsillo, pero no es mucho más caro que su homólogo de combustible. Tomo como ejemplo la comparación de un ID.3 y un Golf 8, si igualamos características técnicas y extras la diferencia ronda los 3000 €, antes de ayudas. Lo mismo ocurre si comparamos un Audi Q3 y un Q4 e-tron.
La principal diferencia a la hora de comprar un eléctrico es que en gasolina/diésel puedo comprarme un Dacia Sandero que cuesta 1/3 del Golf o del ID, y en el mercado de vehículos eléctricos las opciones equiparables al Sandero o similar son todavía escasas por no decir inexistentes, aunque el Dacia Spring con el Plan Moves III se le acerca bastante.
Haciendo algo de memoria, cuando los diésel entraron en el mercado, ¿os acordáis que eran fácilmente 3000 ó 6000€ más caros? Y que el comercial de turno te contaba calculadora en mano que si hacías X kms, al consumir menos y ser un combustible más barato que la gasolina podías llegar a ahorrar dinero. Luego ponderabas, porque de aquella los diésel hacían mucho más ruido, tenían más mantenimiento, su par era menor (hasta la llegada del turbo)…
Hoy en día cuando se compra un eléctrico, aún incluso gastándote 10000€ más de lo previsto en un térmico con unas prestaciones inferiores, calculadora en mano, y teniendo en cuenta el precio de la electricidad actual, fácilmente el ahorro supera los 1000€ al año.
El diseño interior
El cambio hacía el vehículo eléctrico ha traído consigo una modernización del interior en la mayoría de las marcas, quizá no es algo que guste a todo el mundo, pero sigue habiendo interiores para todos los gustos.
Es un error llamar al interior de un EV cabina de avión, se vé que muchos no han visto una. A ver si alguien encuentra el parecido entre el interior del Model 3 (izq.) y el interior de una cabina de avión comercial (derecha).
Controlados por Skynet
Es cierto que hoy en día tanto los vehículos eléctricos como los térmicos, tienen conectividad y puedes desde la app del móvil ver dónde está el coche, los viajes que has hecho, abrirlo, tocar el claxon… Ésta información la obtiene también la marca correspondiente, y usan los datos para los fines que estimen oportunos, pero siempre bajo las restricciones que la ley de protección de datos nacional y europea establecen. Por ello, igual que si tu decides desconectar el WIFI, bluetooth, GPS (aunque muchas veces desconectarlos no es suficiente) de tu teléfono móvil, también tienes la opción de no hacer uso de todas funcionalidades que el coche te ofrece y por tanto no compartir los datos con nadie.
Autonomía, ese gran caballo de batalla
Yo con mi diésel/gasolina puedo llegar a recorrer 1500 km con un depósito aunque homologa la mitad, mi conducción es “hypermilling” (acto de conducir utilizando técnicas de conducción eficiente). Por el contrario podría decir que con mi diésel/gasolina solo puedo recorrer 600 km con un depósito y sin embargo homologa 1000 km, me gusta apurar las marchas, los acelerones y en general no respetar mucho los límites, je je.
Pues exactamente lo mismo ocurre con un EV, puede homologar 400 km de autonomía con una carga completa, pero yo seré capaz de recorrer 600 km por mi estilo de conducción, porque solo lo uso en ciudad… o por el contrario no paso de 300 km porque me gusta la conducción agresiva, uso el coche solo en autopista…
Es verdad y no voy a mentir, que un eléctrico acusa más ciertas condiciones: frío, altas velocidades, orografía… que un térmico. Esto en el día a día no afecta al común de los mortales, ya es raro el conductor que hace más de 200 km al día, y hoy por hoy casi cualquier VE puede hacerlos en cualquier condición.
Ah claro!, pero cuando viajo… Pues sí, cuando viajes debes programar la ruta (hay apps que lo hacen por ti), pero el motivo de tener que hacer esta programación no es en sí la autonomía de tu vehículo, sino que no hay tantos Puntos de Carga Rápida como estaciones de servicio, por tanto debes parar allí dónde sabes que vas a poder cargar, esto está cambiando y año tras año hay más PdRs rápidos en la red de carreteras nacional.
Tiempo de carga
No voy a negar lo evidente, cargar un vehículo eléctrico lleva más tiempo en sí que llenar el depósito de gasolina, pero en un viaje las diferencias no son de horas ni mucho menos, sobre todo si contáramos con una buena red de carga ultrarrápida, cosa que está mejorando por momentos en España y que ya no es un problema en la mayoría de Europa.
Los vehículos eléctricos cargan cada vez más rápido, aquí algunos ejemplos de modelos actuales:
- VW ID.3 Pro 58kWh: puede recuperar el 80% de la batería en 35 min.
- Tesla Model 3 LR 82kWh: puede recuperar el 80% de la batería en 28 min.
- Ioniq 5 72kWh: puede recuperar el 80% de la batería en 20 min.
En un viaje de 500 km hacer una parada de 30-60 min me parece obligatoria, sobre todo si viajas con la familia, os puedo asegurar que viajando con niños al final las paradas siempre duran más que el tiempo que necesitas cargar, por no decir que se suele acabar parando más veces, cualquiera que viaje con ellos lo sabe.
En casa los tiempos de carga importan menos, por muchos kilómetros que recorramos al día, no deberíamos tener problema en recargar lo que necesitamos de la batería por la noche, se puede tardar horas, pero solo debemos preocuparnos de enchufar el coche a la corriente cuando llegamos a casa, él solito hará el resto.
Para mi es mucho más cómodo que tener que parar, aunque tardes 5 min, en la gasolinera al ir o volver del trabajo, y ya no hablemos de lo incómodo que es ir a propósito a la gasolinera de X sitio, porque está unos céntimos más barata la gasolina/diésel y tener que esperar las colas que suele haber.
Mi conclusión es te olvides del miedo al vehículo eléctrico, que a diario un VE solo tiene ventajas, si no lo has hecho ya, pásate a lo eléctrico!
2 Comentarios. Dejar nuevo
Muy buen articulo, solo una puntualización. Siendo el VE más barato que el de combustión a lo largo de su vida útil, muchas personas solo pueden aspirar al coste de un Dacia Sandero por ejemplo. Asi que toca esperar a que salgan las gamas bajas de VE
Iba a decir lo mismo que eléctrico…
El “CAMBIO DE PARADIGMA” es hacer posible la movilidad eléctrica para todos, respetando el consumo social y sostenible.
Salu2