- Abuelo, abuelito, cuéntame una de esas historias tan bonitas que pasaban en tu juventud antes de irme a dormir.
- ¿Ahora?
- Si, ¡porfa!, ¡venga abuelitoooo!
- Está bien. ¿Te he contado cómo viajábamos a principios de siglo y las grandes tonterías que hacíamos con los coches?
- Pues no, pero, ¿Por qué dices que hacíais tonterías?
- Verás; los seres humanos hicimos muchas barbaridades para movernos de un sitio a otro. Cuando todo el planeta estaba repleto de coches contaminantes que quemaban decenas de miles de barriles de petróleo al día, se dieron cuenta de que el nivel de CO2 de la atmósfera se estaba disparando a causa de los coches de gasolina. Entonces, para evitar el efecto invernadero, promovieron hasta la saciedad los coches diésel.
- Entonces, abuelito, ¿la culpa de que ahora no tengamos definidas las estaciones del año es a causa de esa época?
- Pues entre otras cosas sí. Pero, como la estupidez humana se acerca al infinito, cuando se dieron cuenta de que los omnipresentes motores diésel emitían una cantidad importante de Óxidos de Nitrógeno, muy perjudiciales para las vías respiratorias, empezaron a dar palos de ciego promoviendo alternativas sin sentido que contaminaban igualmente como los híbridos, los GNC (Gas natural), los GLP (Gas licuado del petróleo) y un largo y desesperante etc.
- Entiendo abuelo, así que, como el ser humano se dio cuenta de que, tanto los gasolina como los diésel eran perjudiciales, había que tomar cartas en el asunto.
- Así es, nos costó una barbaridad reaccionar, pero al fin empezamos a ejercer de “homo-sapiens-sapiens”.
- ¿Por eso todos los coches son eléctricos ahora?
- Sí cariño, por eso.
- Ahora que pienso… ¡qué asco! ¿Estabais todo el día tragando humo?
- Pues, aunque te parezca mentira así es. No sólo en la calle con el humo de los coches; también se veía “normal” estar rodeado de humo en sitios cerrados. Incluso dentro del transporte público, los hospitales, restaurantes y un montón de sitios más, nos tragábamos el humo de los cigarrillos. Fue muy importante liberar, poco a poco, las zonas de convivencia de estos humos perjudiciales, aunque no todos estaban de acuerdo.
- ¿De verdad? ¿Había gente que justificaba que tragar humo de un tubo de escape o de un cigarrillo era normal? ¡¡No me lo puedo creer!!
- Pues sí, efectivamente, aludían a los “peligros de coartar la libertad de las personas”, a “continuar manteniendo los puestos de trabajo que dependían de estas economías”, etc. etc.
- Ja, ja, ja. Abuelo, de verdad, antes estabais un poco locos ¿no?
- Quizás, pero todas las épocas tienen su dosis de locura. ¡¡¡Y ahora…a dormir!!! Felices sueños.
- ¡¡¡Abuelo!!!
- ¿Qué quieres…?
- Nada… sólo… gracias por haberos esforzado los “mayores” para que ahora estemos un poquito mejor.
- ¡Ja, ja, ja! De nada, cariño. Ahora te toca a ti intentar hacer algo para mejorar el mundo que heredarán tus nietas y nietos.
THE END
P.D.: Dedicado a todos/as aquellos/as que, a pesar de que parecía imposible, consiguieron materializar sus sueños.
4 Comentarios. Dejar nuevo
Jejeje. Muy bueno. Es probable que en el futuro este cuento se cumpla.
Estoy convencido Asier….y antes de lo que muchos piensan.
Já, já , já . . . .mañana buscas entre tus barquitos de juguete el más grande, mientras tanto busco en internet una plaquita solar de 6 voltios. Entre tus juguetes viejos también hay cochecitos eléctricos y sinó compramos uno en el mercadillo para sacarle el motor. Ahora piensa tú como conseguir un élice. Ántes que se acabe el verano vamos al lago a ver si el perro nada detrás del barquito que has hecho.
https://pasatealoelectrico.es/2018/08/14/presentacion-del-eco-cat-el-catamaran-que-se-mueve-con-energia-solar/
Salu2
Eres un crack Christof!!! Un abrazo.