

Hace algunos años apenas se oían rumores sobre ventas de vehículos eléctricos, baterías de grafeno, autopistas inteligentes, etc… En la actualidad continúa moviéndose casi todo con combustibles fósiles y esto se traduce en contaminación, CO2 emitido a la atmósfera y todo ello va entrelazado con problemas de salud, alteraciones en el clima y un sinfín de asuntos perjudiciales para todos nosotros.
Aunque hoy ya existen cada vez más vehículos 100% eléctricos y las compañías parecen que están dándole un voto de confianza a esta tecnología, noticia que es muy buena y esperanzadora, todavía queda mucho camino por recorrer. Los puntos de recarga en nuestro país son algo escasos en la mayoría de la geografía y los que existen actualmente no permiten realizar una carga en pocos minutos, a excepción de los superchargers de Tesla que son exclusivos para sus vehículos.
Por otra parte, ya hay científicos que están estudiando la manera de hacer autopistas inteligentes, las cuales tendrán la posibilidad de recargar el vehículo mientras está en circulación, así como utilizar paneles solares inteligentes para ofrecer información del tráfico en tiempo real en ruta.
También existe la posibilidad de añadir carriles adicionales en los que sea posible recargar el vehículo mientras se circula. Naturalmente está en estudio y desarrollo y de aquí a que podamos ver la luz a estos inventos pasarán todavía años, pero lo mejor de todo es el comienzo de algo que puede hacer que nuestro planeta vuelva a tener una oportunidad y nosotros como seres humanos podamos contarlo.
Os estaréis preguntando que todo esto suena a ciencia ficción y que el coste que tendría poner en práctica este sistema sería desorbitado. No os digo lo contrario, es cierto, pero al menos ya es un paso hacia adelante y estoy convencido de que en el futuro esto podría ser una realidad. Se traducirá en menos contaminación, menos efecto invernadero, menos enfermedades crónicas producidas por la emisión de gases perjudiciales para la salud y al final podríamos llegar a tener un planeta más limpio donde el que poder vivir.
Al inicio hablaba de las baterías de grafeno, pero ¿qué son? ¿de qué están hechas? Bueno, principalmente y para no entrar mucho en detalles técnicos (de esto ya hay webs especializadas que hablan en profundidad), las baterías de grafeno se obtienen del carbono, donde partículas de carbono se agrupan de forma muy densa en láminas finas del grosor de 1 átomo de espesor y con forma de celda hexagonal, al igual que los panales de abejas.
Por los estudios realizados hasta la fecha, fabricar baterías que utilicen el grafeno trae multitud de ventajas. Por citar algunas: mejor disipación de calor, conductividad eléctrica, resistencia, espacio utilizado. ¿Imagináis un Tesla Model S que en vez de baterías de iones de litio llevara instaladas baterías de grafeno? Mayor autonomía, carga más rápida, calentamiento y peso menor, etc. ¿Por qué entonces no se están instalando estas baterías? Por desgracia en la actualidad es un material difícil de conseguir y más de ponerlo en producción industrial con un nivel 100% de pureza o, en su defecto, el que se está produciendo tiene un coste muy elevado y son derivados del grafito. Quizás con el tiempo podamos ver los primeros vehículos con este tipo de baterías instaladas y ver los resultados obtenidos. Ojalá sea pronto.
En resumidas cuentas, la línea a seguir es ésta. Estamos en el buen camino, cada vez son más las empresas que parecen demostrar interés en vehículos que se muevan con energías 100% eléctricas y así debemos seguir. Las grandes compañías que controlan el petróleo bloquean en gran parte que esta tecnología eléctrica no esté más extendida y simplemente es porque no les interesa. No voy a entrar en detalles políticos ni burocráticos porque no viene al caso, pero todos sabemos de sobra la situación que existe actualmente.
5 Comentarios. Dejar nuevo
Espero que suceda, pero yo ya me conformaría con ver la mitad de los coches de la ciudad eléctricos…
sin duda la mitad ya denotaría libertad de elegir (tanto por el gusto como por lo económico) dejando ambos modos de transporte igual de accesibles
La verdad es que resulta cuando menos ilusionador. Hace poco que os sigo, la verdad. Empecé por un compañero de trabajo que me habló de los coches eléctricos y el canal de Saúl. Desconocía que el mundo del motor eléctrico estuviera tan evolucionado.
Obviamente la movilidad necesita un cambio (desarrollo, abaratamiento, innovación, carsharing -que ya comentáis en otro artículo…). El primer coche se construyó hace más de 100 años y aunque de manera más desarrollada, los coches de hoy siguen siendo lo mismo. No tiene sentido que a fecha de hoy, con la evolución tecnológica, sigamos utilizando combustibles fósiles.
Espero que podamos disfrutar en no mucho tiempo de los avances que comentas en el post. Lo ganaremos todos.
Así lo deseamos mucho, amigo Cervezodromo. En cuanto la infraestructura esté más extendida, haya facilidades y abaratamientos en los vehículos eléctricos, la gente optará más por comprarlos. Si comparamos inconvenientes vs ventajas, son muchas más a la hora de elegir un eléctrico antes que uno de combustible.
Ya existen proyectos piloto de carreras que recargan los vehículos eléctricos en marcha, pero el problema es el altísimo coste de infraestructura aparte de que se tendría que gestionar el sistema de tal manera que se pudiera saber cuánta electricidad consume cada usuario.
Desde mi punto de vista la electrificación de la flota pasará inevitablemente por puntos de recarga fijos tal y como son las gasolineras actualmente, si bien de aquí a unos años o incluso décadas los tiempos de espera para recargar habrán disminuido drásticamente y no llevará más de 15 minutos recargar un vehículo para poder circular otros 200-300km.
Imaginad por un instante que la gasolina no ha existido nunca y que alguien hiciera la sugerencia de refinar, transportar, almacenar y posteriormente distribuir esa gasolina explosiva entre millones de vehículos. No parecería un disparate? Pues en realidad llevar a cabo la creación de una red de recarga eléctrica es mucho más sencillo, menos contaminante ya la larga más rentable, sobre todo si tenemos en cuenta que a la hora de “repostar” lo más eficiente es hacerlo en casa. Y aunque mucha gente no disponga de garaje para recargar seguro que tendría la posibilidad de hacerlo en el centro comercial (la legislación de gestor de carga acaba de cambiar estos días) o en su propio trabajo.
En resumen: la recarga doméstica y la mejora en los tiempos de recarga en puntos fijos hará que se abandonen proyectos de recarga en movimiento.