

La necesidad de adaptarse a nuevas formas de movilidad sostenible dentro de las principales ciudades europeas se está convirtiendo, cada vez más, en uno de los grandes retos a afrontar no solo por las administraciones de los ayuntamientos, sino por los ciudadanos que ya están empezando a sufrir las restricciones de tráfico en las zonas más céntricas y que, en gran medida, van a ir incrementándose bien entrado el 2018 tanto en Madrid como en Barcelona.
Por ello, se ha hecho presente la necesidad de un nuevo modelo de transporte que responda a las necesidades cotidianas de sus ciudadanos y que, a su vez, se establezca dentro de los parámetros establecidos por Europa dentro del marco de una movilidad ecológica como la que exige nuestros días. Una alternativa al uso del transporte público la han presentado dos empresas que ya llevan instaladas un año en Madrid y que se han establecido dentro del ámbito del consumo colaborativo para gestionar las nuevas necesidades de transporte.

Emov y Car2go en Madrid
El CarSharing, como se denomina al uso compartido del coche eléctrico por distintos usuarios, se ha instalado en Madrid con la intención de proponer un nuevo encaje dentro de la movilidad urbana sostenible. Estos elementos se conjugan mediante dos principios, el pago exclusivo por el uso temporal del vehículo y el uso de una flota compartida y eléctrica, repartida a lo largo de la almendra central de Madrid. Su uso es sencillo, a partir de la descarga de la aplicación y posterior registro, la aplicación nos ofrece la posibilidad de movernos por la ciudad con el beneficio de poder circular por ella aquellos días en las restricciones por contaminación delimitan el acceso al tráfico, ya que la totalidad de su flota está exenta de tales limitaciones.

Emov en Madrid
Si bien es cierto que estas start-up llevan instaladas más de un año en Madrid (Emov lleva alrededor de 10 meses) la importancia no está únicamente en su implantación sino en que, durante la segunda quincena de noviembre, Emov va a incrementar su flota en 50 vehículos Citroën C-Zero más, ampliando así su zona de limitación hasta el barrio de Hortaleza sin aumentar su precio. Este es un magnífico indicativo del nivel de aceptación de los usuarios madrileños por las aplicaciones de CarSharing, que se cuentan alrededor de los 150.000 solo en Emov. No solo eso. Ferrovial y Renault se han unido para crear Zity, una nueva aplicación que contará con los Renault Zoe ZE 40 y que pretende afianzarse como competencia en un nicho de mercado cada vez más demandado por los usuarios de las ciudades, que ven en estas start-up la posibilidad de gestionar de un mejor modo sus necesidades cotidianas de transporte.

Car2Go
Solo Emov, en menos de un año en Madrid, ha dejado de emitir 690 toneladas de CO2 a la atmósfera, proponiendo así una mejora en la calidad del aire y un propósito activo de luchar contra el cambio climático dentro de la ciudad, apostando por una movilidad que sea no solo sostenible, sino cercana y accesible tanto al gran público como a las empresas. El objetivo que deberían empezar a fomentar a partir de ahora estas start-up sería tratar de diversificar la edad de sus clientes, más allá de los denominados ‘millenials’ que forman el núcleo duro de usuarios, y cuyas necesidades de vehículo no sean diarias sino puntuales.