

En los últimos años los avances tecnológicos han sido vertiginosos, hasta tal punto que condicionan nuestra vida diaria. Y me pregunto: ¿cuántas veces al día miro el móvil? ¿Qué sucedería si no tuviese Internet? ¿Y si no tuviera ordenador? ¿Ni videojuegos? ¿Ni televisión? ¿Ni radio? Y, aunque a alguno le pueda dar simbólicamente algo, nadie muere por no tener ninguna de esas cosas.

Water is Life
Para la humanidad la importancia de un bien material viene determinada por su valor monetario. Una piedra preciosa, como puede ser un diamante, tiene valor porque nosotros se lo asignamos. No porque en sí lo tenga. Sin embargo, aspectos como el aire y el agua que realmente sí tienen valor para la vida, tienen muy poco valor monetario.
El valor monetario de las cosas, no guarda relación alguna con su valor real.
Uno de los objetivos de estos avances es facilitar mi día a día, al mismo tiempo que me proporciona más seguridad. Lo que me lleva ante la siguiente paradoja:
Cuanto más seguro es un vehículo más me confío. El riesgo que disminuimos con la seguridad que aporta, lo compensamos con nuestra desatención o imprudencia al volante.
Yo mismo lo vivo con mi Tesla Model S: “Es tan estable… Además, es muy seguro, tiene 5 estrellas EuroNCAP… Y no veas cómo acelera, y cuando corres no notas la velocidad, es que no se mueve… ¿El Autopilot? Funciona tan bien que me despreocupo al volante…”
Para mí, es la pescadilla que se muerde la cola. La tecnología y la seguridad que tenemos nos lleva a creer que hemos avanzado, pero en realidad sólo hemos desplazado los baremos. Seguimos “igual”. De hecho, en nuestras vidas necesitamos bienes materiales que en otra época o contexto resultarían inútiles totalmente.
El dinero no da la felicidad.
Ya lo explicaba Christof Sappel con el cambio de paradigma: se puede ser feliz con menos.
El negocio del “doble factor de autenticación”

Computer Security
Hace unos días veía cómo unos compañeros debatían sobre la implantación del doble factor de autenticación. Para los que no sepáis a lo que me refiero, lo explicaré de modo sencillo. Es un mecanismo de seguridad en el que para acceder a un contenido web (información) se obliga a introducir el típico nombre de usuario y su contraseña, pero además, se requiere de un segundo método de control de acceso. Normalmente, una aplicación de tokens o un sms con un token en el teléfono móvil.
La tecnología nos ha traído muchos avances: la radio, el transistor, la televisión, el ordenador, el teléfono móvil, Internet… Si miramos tras ellos hay un aspecto común a todos: la comunicación. Si vamos más allá, veremos que el sistema capitalista ha hecho negocio alrededor. De modo que para hacer rentable un canal de radio, televisión, una página web o incluso la aplicación de WhatsApp del móvil vemos anuncios. Sí, WhatsApp también, parece ser que a lo largo de este año 2019 contendrá publicidad (enlace a la noticia aquí).
El mensaje es claro: La información y la comunicación están en venta. La seguridad es un negocio.
¿Por qué está en venta la información?

La información está en venta
Siempre se ha dicho que la información es poder. El hecho es que la información ofrece control sobre las personas que la toman como real. Y ese control proporciona poder. Y el poder y el dinero casi siempre van unidos.
Pondré un ejemplo. Según sea la política del dirigente de un canal, las noticias toman un cariz u otro bien distinto. Es por esto que la información nunca es veraz. La intención de los medios es clara. Especialmente viendo el tipo de noticias que vemos en el telediario. Personalmente, prefiero los documentales de La 2.
En nuestro afán tecnológico, además de perseguir lo material, buscamos seguridad y control. Creyendo que así tendremos bienestar. El temor a que me hackeen la cuenta, a tener un accidente, a perder a mis seres queridos, a sentirme solo… Si ocupas ese espacio con miedo, no dejas hueco para el amor.
Cuando amas a tu pareja, no temes perderla. Obviamente, vives un duelo, pero ante todo deseas que sea feliz. Dar este paso, me supuso confiar plenamente en el Universo y aceptar todo lo que acontece en mi vida.
Para mí, todo un hecho de responsabilidad con el que dejo de ceder el poder de mi vida a agentes externos. Lo cual brinda una indescriptible sensación de paz y libertad.
Esclavo
No caigamos en la arrogancia de creer que sé lo que es mejor para Fulanito. Pues lo más probable es que ni siquiera sepa qué es lo mejor para mí. Si lo supiese, ya sería feliz.
Me he pasado toda la vida mirando fuera, sin mirarme en el espejo. No me conozco. Es lógico pensar que tenga miedo de lo que pueda suceder, pues desconozco de lo que soy capaz. El temor y la inseguridad me han acompañado, hasta tal punto que requiero de dobles factores de seguridad.
Llegado este punto, la solución parece ser recuperar la responsabilidad de mi vida, porque sólo así seré feliz y libre.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Buenos días Emilio,
como siempre tocas un téma de los más importantes.¡ GRACIAS!
Empiezo con la definición de la palabra “TECNOLOGÍA” :
( Fuente: Radio Bayern 2) El 80% de las veces, que usamos ésta palabra, en realidad queremos decir
“T É C N I C A”.
Tecnología es de origen griego, Tecnos y Logos y significa Ciencia De La Técnica.
Por ejemplo: ” Me voy a mi casa, en vez de “Me voy a mi arquitectura”.
La causa de este error se encuentra facilmente:
La indústria nos adoctrina, usando esta palabra, que cualquier aparato es un bicho extraño, que jamás vamos a entender cómo funciona y mejor sería tirarlo y comprar uno nuevo.
A mi me gustaría tener una radio y un FAX nada mas.
Hablando de esclavitud:
En el día de hoy lamentamos la muerte de Julen, el holocausto en Auschwitz y consentimos las tragédias . . . . yo también lloré un rato . . . .pero al mismo tiempo nos dan igual los miles de muertos en el grán cementerio, que es el Mediterraneo, pues nosotros mismos los hicieron y siguen haciendo esclavos de nuestra “Sociedad del Bienestar”, quemando petroleo y saqueando a los pobres.
Podría seguir lamentando, pero no tengo el talento de escribir.
Un abrazo
Gracias por tu escrito, Emilio.
Todos tendríamos que hacer un ejercicio de reflexión en el que poder discernir lo imprescindible de lo necesario:
Lo que es necesario para disfrutar de la vida según la sociedad (Internet, smartphone, Netflix, etc) y lo que realmente es necesario e imprescindible para vivir la vida (aire, agua, comida y algo de ropa y un techo).
La primera necesita que la segunda se dé.
La segunda no necesita de la primera para Ser.
Creo que los avances tecnológicos son necesarios en una sociedad que esté preparada para ello, dándole el valor y uso correcto.
Pero, somos realmente coherentes y consecuentes con lo que estamos creando?
Una sola palabra o masbién un acrónimo:
#FOSS
La libertad es el objetivo del software libre, más allá de si es o no gratis (no siempre lo es, se sostiene con donativos o con versiones premium de pago) porque ante todo el poder ver el código fuente garantiza transparencia, en vez de simplemente prometerla mediante acuerdos licencias y similares.
irónicamente, debajo de tu artículo pone un anuncio de Amazon que dice variedad y precios bajos compre ya! jejeje.
Si bien Elon Musk hizo abiertas las patentes de Tesla, estoy seguro que tiene que proteger su trabajo y por lo tanto no va a dejar abierto todo si no hasta que haya logrado perfeccionar el autopilot y tenga gigafábricas en todo el mundo produciendo no solamente los coches sino también powerwalls y tejas solares, yo creo que terminará por dejar opensource el software de Tesla.
De todos modos, acaso no cofundó Musk la iniciativa Open AI? (Inteligencia artificial con código abierto) https://openai.com/systems/
Mientras tengamos ésto en consideración vamos por buen camino.