El negocio de los vehículos (editado)

El negocio de los vehículos no decae (o quizás si). Hace unos días leía esta noticia en la que se indica que en Reino Unido las ventas de vehículos eléctricos están en aumento. Pero no sólo eso, las ventas de diésel están cayendo. Lo malo de la misma, es que muchos aún continúan creyendo en el motor de combustión y se pasan del motor diésel al gasolina. Eso ha llevado a que las emisiones de CO₂ hayan aumentado en dicho país.

También salía a la luz esta otra noticia: la mayoría de los ejecutivos del sector de la Automoción no confían en los Vehículos Eléctricos de Batería (BEV). En el artículo se indica que estos ejecutivos creen que el futuro vendrá de la mano de los Vehículos de Pila de Combustible de Hidrógeno (FCEV).

Estas noticias me han llevado a una serie de reflexiones que quería plasmar y son el motivo de este artículo.

Hidrolinera

Resulta curioso cómo está montado el negocio de los vehículos. Los que lo gestionan hacen todo lo posible porque siga funcionando así. Pero es más, poco les importa el resultado y lo que suceda después. ¿Qué suben las emisiones? ¡Qué más da mientras sigan ingresando dinero y mantengan el poder! ¿Qué finalmente tienen que cambiar? ¡Pues ya se inventan otro negocio similar para seguir recaudando!

¡Seamos conscientes de lo que sucede!

Nosotros como marionetas del sistema, caemos en sus garras y nos compramos un coche “barato”, a veces incluso pagando intereses desorbitados. Pero no queda ahí la cosa, porque además seguiremos gastando dinero en gasolina y mantenimientos. Dinero que vuelve a parar a los mismos.

Algunas marcas, cuando ven que la contaminación ahoga su negocio, fabrican algo que se adapte a la nueva situación para continuar lucrándose con su negocio, ya que no soportan la idea de ver reducir sus ingresos. Ya sea incentivando los vehículos térmicos de gasolina o los híbridos para alargar la situación actual. Y preparando el negocio en el futuro con los FCEV.

¿Fabricar un FCEV con qué intención? Cambiar los ingresos del petróleo por ingresos provenientes del hidrógeno. Porque claro, el hidrógeno no es un elemento que se encuentre de forma natural en nuestro entorno. Por tanto, es un gran negocio porque si la gente lo necesita lo comprará.

Un FCEV consta de un motor eléctrico y una pequeña batería donde acumula la energía que proviene de una pila alimentada por combustible de hidrógeno. Es decir, implicará los mismos costes de mantenimiento que un BEV, a los que además hay que añadir los de la pila de combustible de hidrógeno. Todo esto encarece su precio de compra. Sin olvidarnos de la peligrosidad del hidrógeno dado su elevado grado de volatilidad.

Por si fuese poco, no podemos olvidarnos de la ineficiencia de los FCEV. Para obtener las moléculas de hidrógeno se requiere un gasto de energía. Además hay que sumar los costes y emisiones derivados de transporte y distribución. Para mí es un sinsentido, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de la tecnología de las baterías cuyos precios llevan años con clara tendencia al descenso.

Tras todo esto me pregunto: a día de hoy, con las instalaciones que existen, ¿qué es más fácil? ¿encontrar un pueblo con una hidrolinera o un pueblo con electricidad? Por tanto, ¿no será más sencillo y económico montar puntos de carga rápida?

La pregunta es ¿por qué no se toma la solución más sencilla, rápida, económica y ecológica? Sacad vuestras propias conclusiones. Para mí parece evidente que lo que se quiere es mantener vivo el negocio de los vehículos y todo el sistema montado a su alrededor.

Despierta y sé consciente de la realidad que vives, duda ante lo que se te plantee, infórmate y pregúntate el por qué de las cosas. No te dejes embaucar y llevar por la inercia del sistema que sólo mira por los intereses de unos pocos. ¿Qué fin persiguen esos intereses? Tu dinero a base de tu consumo, sí, ese consumo que ellos mismos nos han llevado a creer que necesitamos para vivir.

Nada más lejos de la realidad, no cedas tu poder. Hagamos entre todos un mundo mejor.

EDITADO: un lector, ingeniero aeronáutico, nos ha hecho llegar el siguiente comentario

En el artículo cuando se habla de los vehículos de pila de combustible se ve esta imagen:



Donde se muestra que el hidrógeno proviene de la electrólisis y además se presupone que esa energía viene de fuentes renovables. Nada más lejos de la realidad. 

Aunque la producción de hidrógeno mediante electrólisis es técnicamente posible, no es industrialmente rentable en comparación con el otro método existente.


La producción de hidrógeno se hace casi de manera absoluta mediante un proceso que se llama reformado con vapor, en el que a partir de gas natural se obtiene hidrógeno y monóxido de carbono. No hay cifras mundiales pero me parece que las estimaciones son que este método es usado para el 95% de la producción de hidrógeno (US Energy Information Administration dice directamente que éste es el método usado por la industria).

De manera que para mover ese ineficiente y peligroso coche de hidrógeno, se han utilizado de nuevo combustibles fósiles, ¡y muchos!

Después de leer el artículo la impresión que queda de los vehículos con pila de hidrógeno es que son simplemente más ineficientes, pero no se menciona nada sobre el origen del 95% de su combustible.