Recientemente, analizamos el papel de los patinetes eléctricos y demás vehículos de movilidad personal (VMP) en el día a día, y por qué son una buena alternativa a los vehículos privados. No son necesariamente sustitutos del transporte público, también pueden complementarse, siempre y cuando se puedan transportar en trenes, metros y autobuses.
Debido a escasos hechos aislados, en 2023 empezó a prohibirse con brocha gorda el acarrear los VMP en el transporte público. La capital, Madrid, los excluyó el 27 de octubre. El 4 de noviembre fue la Comunidad de Madrid. Le siguió Renfe a finales de mes en todos sus trenes. Eso sí, son restricciones temporales.
Y antes de Madrid, fue Barcelona (febrero 2023) debido a un incidente en noviembre de 2022. Si las ciudades más grandes lo hacían, ¿por qué no otras? Y así, el problema de la prohibición se extendió como una mancha de aceite a nivel nacional, y todo por un número de incendios que se cuentan con los dedos de una mano.
Ha explotado patinete eléctrico vagón de metro, estación La Elipa @metro_madrid @policia no reportan información sobre posibles lesionados. pic.twitter.com/aL6M0JXDvN
— Jhonny Sarria (@JhonnySarria1) October 17, 2023
Podríamos pensar que los gestores públicos quieren evitar muertes y heridos graves por el incendio de baterías manipuladas o defectuosas, pero ¿cómo de grande es el problema? De acuerdo a EV FireSafe, el problema es más bien pequeño. En 2022, y a nivel mundial, hubo 212 heridos y 24 fallecidos por incendios de VMP. En los primeros seis meses de 2023, 138 heridos y 36 fallecidos. Repito: en todo el mundo.
Cabe recordar que, según aumenta el número de VMP en España, es más probable que haya un incendio, pero si tenemos en cuenta que hay millones de estos vehículos sólo en España, insistimos, la magnitud del problema es inferior en el mundo real respecto al relato de sus detractores. Eso sí, hay que admitir que son incendios químicos y aparatosos, difíciles de extinguir, y que incluso con extintores a mano el éxito no está garantizado.
Sin embargo, desde este año la DGT ha puesto un filtro y sólo se pueden vender patinetes homologados y que cumplan ciertos requisitos. Esto no impide que se acaben manipulando o se haga un mal uso de ellos, y para muestra, un botón:
Pero queda claro que, a tenor de la información que tenemos, la prohibición de llevar un VMP en el transporte público es desproporcionada y no se corresponde con un problema de seguridad masivo. Es más, es una medida que entorpece la intermodalidad, pues obliga a los usuarios de VMP a recorrer más distancia por su cuenta, lo cual tiene una segunda derivada: posible mayor siniestralidad vial.
Los VMP, como idea, pueden ser geniales o nefastos. Considerando que están prohibidos en vías interurbanas, pueden ser un complemento ideal para aquellos que tienen la parada de transporte público un poco alejada de su destino concreto. Además, hay que recordar esta obviedad: las bicicletas es más difícil que ardan (las no eléctricas, desde luego), pero ocupan bastante más espacio si hay que transportarlas, aunque sean totalmente plegables.
Si se quiere vender al ciudadano la idea de que use más el transporte público, y sustituya en la medida de lo posible un vehículo grande por uno más pequeño, habrá que ser coherente con lo deseable que es. Ciertos mensajes no ayudan, como los de la propia DGT, que recomienda vigilar siempre un VMP que esté recargando, por si se produce un incendio en la batería. Ídem si en la mayoría de operadores de transporte público son unos apestados.
Estas medidas hay que revisarlas con una memoria de impacto, analizando objetivamente riesgos y consecuencias, y acompañar el despliegue de la normativa de VMP con algún tipo de inspección técnica. De esa forma, aunque sea incómodo tener un trámite más (que cualquier automovilista tiene que afrontar), se puede dificultar la manipulación no autorizada de los patinetes eléctricos. Y en caso de haberla, que haya responsabilidad civil como mínimo en el caso de que pase algo.
1 Comentario. Dejar nuevo
Absurda no es, porque hay talleres y personas que ponen baterías y cargadores no homologados para esos patinetes, que no arden porque si, sino por una incorrecta utilización y carga.