En algún momento tenía que ocurrir: una afluencia de coches eléctricos a puntos de recarga por encima de lo normal, de forma que superen la capacidad de las instalaciones, dando lugar a colas para recargar. Ocurrió en la Semana Santa de 2024, y se ha convertido en algo tremendamente mediático. Hablaron de ello los radiolocutores de la mañana, los periódicos y medios digitales, usuarios de la red social Twitter/X, etc.
Como suele ser habitual, tras estos hechos la desinformación campa a sus anchas. No tengo claro si por maldad o por estupidez, pero considero que es buen momento para poner los puntos sobre las íes. En primer lugar: sí, hubo colas para recargar en momentos puntuales de la Semana Santa, donde se producen casi 10 millones de desplazamientos en muy pocos días.
En segundo lugar, las colas se formaron fundamentalmente en dos puntos donde circunstancialmente hay estaciones de recarga de Tesla –los famosos Supercharger– en las rutas desde y hacia Valencia y Albacete/Murcia. En Atalaya de Cañavate y en La Gineta hubo una afluencia atípica de conductores de Tesla que llegaron guiados por sus navegadores integrados. Algunos tardaron más de dos horas en recargar sus coches.
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Me temo que estamos ante una tormenta perfecta. Al número inusual de clientes se añadieron la falta de disponibilidad de los puntos de recarga de Iberdrola en Atalaya de Cañavate, donde había otros cuatro cargadores, y que en La Gineta había dos postes de Tesla fuera de servicio. Además, los postes V2 que componen estos Superchargers comparten su potencia de 150 kW, entregando 75 kW por coche en caso de que se enchufen dos a la vez.
Mientras tanto, en otras instalaciones ajenas a Tesla, estos problemas no han trascendido. Pero a los troles y difamadores por afición o negocio les dio igual. Lo importante era hablar mal del coche eléctrico, lanzar mensajes agoreros y tildar la electromovilidad de imposición, sueño imposible, impráctico, y todo lo que se os ocurra. Qué os voy a decir sobre lo que habéis escuchado, visto o leído esos días.
El quid de la cuestión es que los incidentes han sido aislados, concentrados en muy pocos puntos, y que la normalidad a lo largo del año es que las grandes instalaciones de recarga estén infrautilizadas. En momentos puntuales las infraestructuras colapsan, y da igual que hablemos de supercargadores de Tesla, de los ferri que van a Marruecos en la Operación Paso del Estrecho, de gasolineras ubicadas en lugares con alta demanda, o de algunas autopistas cuando hace mal tiempo, hay algún accidente, o simplemente todo el mundo quiere pasar por el mismo sitio al mismo tiempo.
Colas de 2 horas en supercargadores de Tesla
???? #A3 Cuenca pic.twitter.com/BuilhCgC1F
— SocialDrive (@SocialDrive_es) April 1, 2024
Esto es algo que sucede frecuentemente en todas las infraestructuras, pues ninguna está diseñada para absorber los picos de demanda como si de un día normal se tratase. Si hay exceso de demanda, hay colapso. Hasta para ir al baño durante un concierto.
Por lo tanto, hemos visto la excepción que confirma la regla: a día de hoy se puede viajar con coche eléctrico en España. Normalmente no hay que esperar más que por el mero proceso de recarga, y prácticamente nadie se queda esperando sin carga en mitad de la nada. Deberíamos haber acabado 2023 con 45.000 puntos de recarga, pero más bien fueron 29.301 puntos, según datos de la patronal ANFAC.
¿Qué moralejas podemos aprender de esta Semana Santa?
Primero, que hay vida más allá de Tesla, y que es posible recargar con otros operadores con potencias de recarga tan rápidas, segundo, que conviene evitar puntos calientes donde se agolpe mucha gente en días especialmente sensibles del calendario, y tercero, que las aplicaciones móviles pueden evitar esperas si vemos el grado de ocupación. De momento no podemos dar por sentado que, en los días de mayor tráfico del año, llegaremos a un punto de recarga con un tiempo de espera cero y sin necesidad de echar el vistazo a ninguna aplicación. Para eso, todavía queda.
Ahora peor en Atalaya del Cañavate. 5 coches esperando por delante mío y 4 por detrás… pic.twitter.com/pfpQJ9AqzB
— Gonzalo Ruiz de Villa (@gruizdevilla) March 30, 2024
Por otro lado, hay que filtrar el grano de la paja tanto en medios de comunicación como en las redes sociales. El resto del año, ¿dónde están los virales acerca de puntos de recarga españoles saturados y con colas? No hay, por mucho que algunos intenten hacer creer que sí. Porque hasta donde yo tengo entendido, ni Detroit ni California son territorio español.
Y hablando de redes sociales, ya que tenemos un ministro de Transportes tan activo en Twitter, no hubiera estado de más algún mensaje en defensa de los puntos de recarga. La transición a la movilidad sostenible es cosa de todos y que ni Puente ni nadie de su equipo haya salido a defenderla frente a estos ataques es incomprensible.
Pero bueno, a lo que iba. ¿No será más bien que, tal y como he dicho, estamos ante casos puntuales en momentos puntuales, y el resto del año viajar con coche eléctrico por España es más fácil y cómodo que nunca? Y quien dice España, dice también toda Europa. Al menos, esa lleva siendo mi experiencia desde hace más de 10 años.
Mi primer viaje a España con un coche eléctrico, un Oslo-Madrid (unos 3.000 km), lo realicé en 2015, cuando ni siquiera había superchargers de Tesla en España. En aquel entonces te parabas a cargar, planificando tu ruta con todo detalle, donde podías. Ahora, casi 10 años más tarde, tienes múltiples opciones de parada para recargar y configuras tu ruta como te apetece, o simplemente improvisas sobre la marcha. Con un poco de organización puedes viajar sin tener que esperar al llegar a una estación de recarga, incluso en los días de mayor cantidad de desplazamientos en las carreteras.
Pero claro, un viaje anodino sin sobresaltos ni imprevistos no se viraliza. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Y fíjate, esta noticia tan detallada y cero comentarios y eso que Saúl es bien conocido… Pero en otros medios donde el enfoque es el contrario cientos de comentarios de gente quejándose con 0 experiencia con eléctricos. Hay que tener cuidado porque aunque el paso al eléctrico ya nadie lo para, tanta desinformación puede provocar un retraso en la implantación generalizada de estos.
Si Tristán . . . .
Yo no he comentado aquí, porque soy minimalista y prefiero cargar en casa con el sol.
No solo que no hago cola, no tengo que desplazarme a buscar un cargador que sea barato.
Para mi, la movilidad eléctrica no se va a exceder de vehículos de más de 1000 kg.
Un saludo 🙂