

De nuevo la agencia gubernamental Transport & Environment ha presentado un nuevo estudio. En él se señala nuevos ámbitos donde podemos trabajar para reducir las emisiones que generamos. Y desvela que seis de cada diez coches de empresa son gasolina o diésel y que además este sector recibe 32.000 millones de euros al año en subsidios.
Este estudio ha sido realizado por Dataforce para T&E y desvela que los subsidios para coches de empresa cuestan a los contribuyentes europeos (los 27 países miembros y el Reino Unido) 32.000 millones de euros al año. Una cantidad que contrasta con los 2.000 millones de euros necesarios cada año para desarrollar una red pública de puntos de recarga para los vehículos eléctricos. A todo esto hay que añadir que prácticamente la totalidad de los coches corporativos funcionan con combustibles fósiles.

Los contribuyentes europeos desembolsan 32 mil millones de euros al año en subsidios para coches de empresa
Casi seis de cada diez coches nuevos vendidos hoy en Europa son registrados a nombre de empresas. Esta cantidad es incluso superior en algunos países como Alemania o Polonia donde alcanzan siete de cada diez.
Si analizamos el coste total de propiedad, la elección de flotas de vehículos eléctricos sería la opción más económica hoy, si incluimos vehículos eléctricos grandes y medianos. Para las compañías, disponer de coches cero emisiones sería un 9% más barato que su equivalente diésel. Se pasaría de un coste de 0,43 €/km a 0,39 €/km. Esto significa un ahorro medio de 4.300 € por vehículo en un periodo de cuatro años.
A pesar del rápido crecimiento de flotas de vehículos eléctricos, el 96% de los coches de empresa se mueven aún con combustibles fósiles. Las flotas actuales pertenecen principalmente a grandes corporaciones como Allianz, Dell, IBM, Philip Morris, Roche o Philips, por nombrar algunas. Y de estas, únicamente el 3% de sus vehículos son libres de emisiones.
No podemos olvidar que los coches de empresa recorren 2,25 veces más kilómetros que un coche privado. Y eso contribuye gravemente a la contaminación del transporte por carretera. Según este estudio, las diez empresas de leasing más importantes, incluyendo Alphabet de BMW y Athlon de Daimler, son responsables del 8% de las emisiones de CO2 de los coches de la Unión Europea. Con un total de casi 10 millones de coches y unas emisiones de 44,3 Mt de CO2 cada año. Y lo más grave es que los gobiernos europeos conceden subsidios a estas empresas por un importe de 32 mil millones de euros.
Los coches eléctricos son ya la mejor opción para las flotas corporativas que tienen elevado kilometraje y supuestamente se centran en el coste total de utilización en lugar de mirar solo el precio de compra del vehículo. Sin embargo, la mayoría de coches de empresa siguen siendo contaminantes. ¿Por qué deberían los contribuyentes pagar por los subsidios a coches de empresa contaminantes cuando los coches eléctricos son más baratos de usar?
Saúl López, Responsable de e-movilidad en T&E.
Los fabricantes de coches están listos para incrementar la producción de coches eléctricos y así cumplir los objetivos de emisiones de CO2 en Europa. Las flotas corporativas deberían ser 100% eléctricas para 2030, antes incluso que el sector privado y de esta forma acelerar la transición hacia un transporte libre de emisiones.

Registro de coches de empresa en 2019 en Europa
La adquisición de vehículos eléctricos se daría de forma más rápida entre empresas que entre particulares. Esto facilitaría un mercado de segunda mano con unos precios más bajos en el que los compradores privados puedan adquirir vehículos eléctricos. T&E estima que si el 30% de las flotas fuesen 100% eléctricas en 2025, para 2026 habría al menos 1,6 millones de coches eléctricos de segunda mano. Una aceleración en la electrificación de las flotas significaría una rápida penetración de estos coches entre los propietarios particulares.
La clave para la elección de un vehículo u otro en una compañía está marcada por los impuestos. Los gobiernos deberían terminar con las deducciones de IVA y las amortizaciones para vehículos contaminantes. Y a su vez, orientar a las flotas corporativas hacia el uso de vehículos libres de emisiones.
Esta reforma en los impuestos de los vehículos sería una de las políticas más potentes que podrían llevarse a cabo en la carrera por la electrificación del parque automovilístico. Electrificar las flotas de vehículos sería la opción más lógica para los gobiernos y así avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos climáticos.
A medida que los vehículos eléctricos reduzcan su precio de utilización y exista una mayor variedad de modelos, las empresas deberían perder los incentivos que reciben actualmente por coches contaminantes.
La actual Directiva sobre Infraestructura para los Combustibles Fósiles (AFID) debería transformarse en un Reglamento ambicioso para la Infraestructura de Cero Emisiones (ZEIR) para una rápida implementación de la infraestructura de puntos de carga con 3 pilares:
- Promover la instalación de puntos de recarga en las instalaciones de las empresas, además de incentivar su uso.
- Desarrollar planes nacionales en la red de carreteras para la infraestructura de carga rápida y ultra rápida (más de 100 kW), para ello se simplificaría el proceso administrativo para la instalación y puesta en marcha de estaciones de carga.
- Creación de centros de carga en zonas urbanas, especialmente diseñadas para flotas cero emisiones para: el transporte de pasajeros, distribución de mercancías, entrega de última milla y servicios de carsharing.
La Unión Europea debería exigir que cualquier empresa de leasing o renting con una flota de 200.000 vehículos o superior, disponga de un 30% de vehículos cero emisiones en 2025 y un 100% para 2030.

Composición de la flota de vehículos de empresa en 2019 en Europa
Los coches de empresa hacen más kilómetros, por lo que contaminan más. Son el punto de partida perfecto para comenzar a gestionar la crisis del aire tóxico y el impacto climático del transporte por carretera. Los gobiernos; la UE y las ciudades deberían aprovechar esta oportunidad de forma que todos los coches de empresa nuevos sean eléctricos en 2025.
Saúl López, Responsable de e-movilidad en T&E.
La transición de flotas de vehículos de empresa debe acelerarse drásticamente para permitir a Europa alcanzar sus objetivos climáticos. Además de ser la decisión más lógica desde un punto de vista económico. Las empresas juegan un papel fundamental en la transición hacia una movilidad eléctrica y deberían aprovechar esta oportunidad para liderar el cambio.
Aquí el enlace a la nota de prensa y al estudio realizado.
Puedes seguirme en @Emilio_JFRey, en mi canal de YouTube y en mi blog emiliojfernandezrey.com.
¿Quieres comprar un Tesla? Usa mi código de referido emiliojose3059, para cualquier duda escríbeme a quierountesla@emiliojfrey.com.