

En un artículo anterior (que podéis leer de nuevo pinchando aquí) os hablábamos de la Formula Student, la F1 de los universitarios, donde estudiantes de ingeniería de todos los rincones del mundo se reúnen en los circuitos más famosos de los grandes premios para competir con los monoplazas que ellos mismos diseñan y fabrican durante el curso académico.
También os contábamos la historia de uno de sus equipos, ARUS, y su camino para convertirse en el único equipo español en participar este año con un monoplaza de combustión y, por primera vez, con uno eléctrico.
Como ellos mismos nos contaban, diseñar y fabricar dos monoplazas convierte su temporada en un auténtico desafío. Aunque llevan, con éste, cinco monoplazas de combustión, un eléctrico no se parece absolutamente en nada.
Construir un eléctrico es algo con lo que este equipo lleva soñando desde hace más de un año. Prácticamente de casualidad, en el salón del automóvil de París un alumno que no había sido admitido en el equipo descubrió la existencia de la competición eléctrica. Era una idea que arraigó tan fuerte en su cabeza que cuando volvió a Sevilla decidió, junto con otros compañeros, mover cielo y tierra para transformar la idea en una propuesta, una propuesta que en una semana fue aceptada y asumida por ARUS. Y se transformó en una declaración de intenciones: rodar con un eléctrico en 2018.
A seis meses de las competiciones, el diseño del coche se ha cerrado, y comienza la etapa de fabricación. Como regalo de Reyes, ha llegado el motor para el bólido: Un Emrax de imanes permanentes, que proporciona 100KW (130 CV) con un peso de 12 kilogramos, para el que se ha fabricado una bancada especial con el objetivo de optimizarlo en paralelo a la fabricación del coche. La batería, de 420 Voltios y diseño propio de disposición de las 200 celdas que las componen, es el próximo objetivo.
El tiempo avanza inexorablemente, lo que no deja un minuto de descanso para estos futuros ingenieros, cuyo principal obstáculo, por desgracia, sigue siendo la financiación.
Tuve la suerte de conocer este proyecto personalmente, y comprobar que su pasión es motor suficiente para superarse temporada tras temporada. Proyectos como estos, que defienden la innovación y el compromiso de nuestros jóvenes universitarios, no deberían salir de pista por culpa de la financiación.
Para hacer realidad el proyecto, estos chicos han decidido lanzar una campaña de micromecenazgo. No perdáis la oportunidad de conocerles y ser parte de este sueño a través de su Crowdfunding. Para ayudarles, pinchad en el siguiente enlace: http://www.apontoque.com/es/proyecto/4194/arus-andalucia-racing/
¡Echemos un cable al equipo ARUS Andalucía Racing para que pueda desarrollar su monoplaza eléctrico!