Todos hemos oído, de manera machacona, el mantra de que fabricar un automóvil eléctrico es más sencillo de fabricar que uno de combustión. Pero me gustaría reflexionar sobre una matización para plantear que, ¡nunca fue fácil fabricar un automóvil eléctrico! Os explico por qué.
Para empezar, me gustaría apuntar que no debemos confundir el concepto de simplicidad con el de sencillez. Debemos alejarnos de la idea que personalmente denomino, en estos casos, como “efecto puzzle”. Un rompecabezas de 10 piezas será más fácil de ejecutar que otro de 10.000 y, por lo tanto, nos parecerá más simple y sencillo. Pero esto no rige en la fabricación de un vehículo (eléctrico en este caso).
Me explico: El hecho de que en el vehículo eléctrico tengamos menos piezas que ensamblar en una cadena de montaje, no necesariamente será más sencillo de materializar el producto final, puesto que los componentes que tenemos que integrar son complejos, novedosos y, a veces, incompatibles entre sí.
Muchas han sido las marcas que haciendo un análisis simplista pensaron: “…un vehículo eléctrico es como un ICE al que le cambio el sistema de combustión/propulsión y le pongo un motor eléctrico, con unas baterías y ¡¡voilà!! todo solucionado…”. Pues bien, ya estamos viendo que debemos partir de “cero”. Las piezas del “puzzle” son muy diferentes esta vez.
Al margen de connotaciones semánticas, lo mejor será que ponga varios ejemplos para ilustrar esto que os comento.
Para muestra un botón. ¿Os acordáis de la impresionante apuesta que hizo James Dyson (el de las aspiradoras) para sacar a la luz su vehículo eléctrico? Invirtió la friolera de 500 millones de libras (unos 560 millones de euros) y el proyecto no ha podido salir a la luz. Según el propio Mr. Dyson, el proyecto no era “comercialmente viable“. Y es que incluso cuando tienes el músculo financiero, una buena idea y concepto, e incluso la capacidad de fabricación, no es suficiente.
Os invito a echarle un ojo también a los tremendos problemas que tuvieron, y/o están teniendo, marcas que tanto nos prometían como LUCID Motors, FARADAY FUTURE, NIO, RIVIAN y un largo etc. Ninguna nos ofrece, a día de hoy, la posibilidad de conducir alguna de sus propuestas en Europa (NIO está disponible en China). En los próximos 12 meses, veremos por fin en fabricación, la mayoría de las propuestas y la posible viabilidad. Y es que saltar del “Concept” al producto en serie y esquivar la bancarrota en este tipo de proyectos nunca fue fácil. Por eso la gesta de TESLA es, cuando menos, digna de elogio y análisis.
Pero muchos me diréis. ¡Hombre, Luis! es que estás haciendo alusión a proyectos que han empezado de “cero”, y todos sabemos lo titánico y difícil que es levantar de la nada la fabricación de un automóvil.
Pues si, efectivamente, saltar del estatus de start-up a fabricante en masa, va un largo y tortuoso trecho. Pero, fijaos en las grandes marcas generalistas, cómo les está costando reinventarse a pesar de que saben de sobra cuál es el futuro (eléctrico) que nos espera. Todas ellas empezaron readaptando carrocerías ya existentes y pocas lograron un producto medianamente digno con autonomías decentes. Afortunadamente, en este lustro los proyectos serios se van a materializar y, junto a la imparable industria china, el paradigma de movilidad en Europa y América va a cambiar de una forma radical.
Como observación final, sólo nos tenemos que fijar en lo difícil que es fabricar un vehículo eléctrico rentable para la marca y atractivo para nuestro bolsillo. No obstante, tal y como se observa, la evolución entre la oferta y la demanda de los V.E. pronto (yo vaticino que será en este lustro) se va a producir lo que en economía se llama tendencia a la “demanda inelástica perfecta“, es decir, la demanda no varía nada (o muy poco) a pesar de los movimientos en el precio y además, no existen o hay poca disponibilidad de opciones a sustituir. Cuanto más incuestionable e intransigente sea un consumidor con un bien básico como es la movilidad sostenible más inelástica es su demanda.
Cada vez tenemos más opciones económicas y asequibles en el mercado. Si las redes de recarga acompañan, pronto los motores ICE serán historia.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Buenos días,
ya se que los fabricantes tienen que vender coches complicados para que el negocio sea rentable.
Pero después de corona ya no hay mas dinero. Un coche sencillo y solar sería una solución asequible. https://squadmobility.com
El SONO-SION ya resulta demasiado grande.
Salu2 🙂
Interesante aportación Christof. Propuesta realmente innovadora.
Mi impresión es que Tesla ha puesto el listón muy alto, y ya no sirve cualquier cosa con un motor eléctrico y una batería.
Hoy en día, el referente es Tesla, así que toca mejorar al novato en varios aspectos: prestaciones, autonomía, eficiencia, autopilot, actualizaciones, infoentretenimiento, etc .Es “humillante” que un fabricante de toda la vida saque un VE inferior.
Por otra parte, el objetivo de Tesla, para triunfar, hacer más atractivos sus vehículos que los de combustión.
Quizás esto provoque un efecto desmotivador a otros fabricantes que se vean incapaces de lograr esos niveles de tecnología que tiene Tesla, en gamas media y alta. Dyson?