

Ahora se ha decidido por adquirir un vehículo eléctrico. ¡Felicidades! Pero, ¿cómo es conducir uno? ¿Es igual a un vehículo de combustión? Como platicamos en el artículo anterior, hay diferencias importantes de conducción que veremos enseguida.
Inicialmente podríamos hablar de las ventajas competitivas que son obvias como obtener una mejor economía en términos de costos de operación pero aun así, es importante que entendamos cómo los vehículos eléctricos funcionan y podamos reaccionar en consecuencia. Afortunadamente para la mayoría de nosotros, acostumbrarse a la conducción de un vehículo eléctrico es más fácil de lo que podríamos pensar y entre mejor entendamos cómo funcionan, mayores beneficios podremos obtener de ellos.

Sistema propulsión eléctrico

Sistema propulsión gasolina
Simplicidad VS complicación
Transmisión
En los vehículos tradicionales de combustión todos estamos familiarizados con las cajas de cambio automáticas y manuales en las cuáles no puede haber una conexión directa entre el giro del motor y las ruedas por varias razones mecánicas (y que está fuera del alcance de este artículo). Opuesto a estas transmisiones de cinco o seis velocidades, ya sean automáticas o manuales, la mayoría de los vehículos eléctricos funcionan con una transmisión de “una velocidad“. La diferencia aquí radica en que el conductor puede gestionar la cantidad de potencia que se utiliza al acelerar. Además, los vehículos eléctricos hacen uso de configuraciones de software para ajustar aún más la potencia para mover al vehículo. Tan es así que algunas versiones eléctricas de Nissan o Kia hacen uso de este tipo de ajustes para limitar el consumo máximo de energía en pos de la autonomía del vehículo.
Torque (par motor) instantáneo
Mencionamos ya que, a diferencia de los vehículos tradicionales donde no puede haber una conexión directa entre el giro del motor y las ruedas, un vehículo eléctrico tiene acceso inmediato a la mayoría de su torque desde que está parado. Mientras que a un vehículo a combustión le toma varias revoluciones del motor para alcanzar el torque máximo (y por ende, una enorme pérdida de energía en forma de calor), en un vehículo eléctrico la aceleración es virtualmente instantánea siendo con mucho superior a cualquier motor de combustión.

Par motor TESLA vs ICE
Frenada regenerativa
Cada vez que manejamos un vehículo eléctrico, la energía fluye de la batería a las ruedas a través de su motor eléctrico. Hasta aquí todo normal, pero ¿qué pasa cuando nos detenemos? Dependiendo de la configuración utilizada en un vehículo eléctrico, cuando soltamos el acelerador la energía fluye de las ruedas hacia la batería a través del motor en un proceso inverso convirtiendo al motor en un generador. Es necesario aclarar que algunos vehículos eléctricos le permitirán configurar cómo usted detendrá al vehículo, si será completamente a través de la frenada regenerativa (a esto se le conoce también como “one-pedal driving“) o si prefiere utilizar el pedal del freno.
Algunas de las ventajas de utilizar el motor como generador al permitirlo detener al vehículo pueden ser:
- Evita el desgaste de las pastillas de freno en las ruedas.
- Permite al conductor acelerar y detener el vehículo de una manera suave y controlada.
- Ayuda de alguna manera a la conservación de la energía de la batería ayudando a la autonomía del vehículo.
Rango de autonomía
Cuando se conduce un vehículo eléctrico, la autonomía es un tema sumamente relevante y esta depende de la capacidad de la batería y de cómo cuidemos de la misma – y ese será un tema de plática para nuestro siguiente artículo. Para obtener una mayor autonomía, como regla general deberemos acelerar suavemente y evitar las frenadas bruscas pues este tipo de conducción nos ayudara a evitar la pérdida de energía.
Dependiendo en qué geografía viva usted, mantener el vehículo caliente podría costar alrededor de un 30% de energía en los meses de invierno así que para conservar autonomía, se recomienda manejar abrigado y/o calentar el asiento si la opción está disponible. El aire acondicionado debería tener un efecto menor al de la calefacción pero si se encuentra en una situación donde se requiera el máximo ahorro de energía, podría optar por bajar las ventanillas del vehículo.

Nuevo Nissan Leaf
En conclusión
Usted tendrá que pasar por una muy breve curva de aprendizaje pero al final aprenderá a conducir su vehículo eléctrico de la manera más eficiente. El esfuerzo de aprender cómo hacerlo, bien vale la pena.
3 Comentarios. Dejar nuevo
No tiene color llevar un eléctrico que uno de combustión. El silencio, la suavidad, la respuesta del mismo al acelerar, la frenada regenerativa etc… Y francamente en muy muy poco tiempo te acostumbras. La pega; volver a llevar un térmico, te mal acostumbras.
Gracias. Cada vez tengo más ganas de tener uno. Pero mi problema la autonomía. Saludos a todos los que hacéis este blog.
No te creas, cada vez los hacen con mucha más autonomía. Actualmente los modelos a la venta que menos km ofrecen son pocos y se aproximan a los 200km por cada recarga.
Ahora bien, de aquí a unos dos o tres años ya empezaremos a ver coches de gama media con autonomías reales de unos 500km, lo cual ya es más que suficiente para la mayoría de usuarios.