Icono del sitio Pásate a lo eléctrico

La historia de Christof Sappel. Cómo ser feliz con menos

La Pulga, Luna y Christof Sappel

La Pulga, Luna y Christof Sappel

Para quien no lo conozca, Christof Sappel es un fiel seguidor de nuestra web. Muchos habréis leído sus comentarios. Si no los habéis leído os invito a hacerlo. Extraño en sus palabras. Diferente al expresarse e incluso algunas veces errático y confuso debido a su origen germánico. Christof es diferente. Una persona despierta, que piensa por sí misma y no se deja llevar por las directrices del sistema. Destaca su iniciativa, creatividad y un don increíble para hacer de lo imposible posible. Un estilo MacGyver, aunque él se define como un Robinson Crusoe. Capaz de coger los “típicos trastos” que cualquier humano tiraría a la basura y hacer de ello una herramienta útil para cualquiera.

Su filosofía de vida se resume en el cambio de paradigma: Ser feliz con menos.

Así es Christof

Nació en Munich (Alemania) en 1946. Allí comenzó a estudiar la carrera de Ingeniero Agrónomo, pero no llegó a terminarla. Comenzó a trabajar. Primero como transportista y posteriormente como Deejay de Salsa: La Rumba Buena. Organizó conciertos en Munich con Óscar de León y muchos otros.

De izquierda a derecha: Hugo Carretero, Christof Sappel y Emilio Fernández Rey

Algo que siempre le acompaña en su vida es su pasión por innovar y crear mirando siempre hacia un mundo más sostenible. En 1987 comenzó con sus “proyectos ecológicos”. En Munich su casa era un ejemplo de autosuficiencia. Constaba de calefacción aerotérmica y placas solares térmicas y fotovoltaicas cubrían completamente el tejado. Pero no queda ahí. También realizó trabajos similares para otras viviendas. Se casó siete veces y tiene dos hijos. Después de recorrer mundo, se asentó en el municipio de Aguas de Busot (Alicante), donde lleva cuatro años. Habla alemán, inglés, francés y español.

Con estos antecedentes el pasado domingo 29 de julio, Hugo Carretero y quien esto escribe nos desplazamos hasta el domicilio de Christof. Destacar de él que es una persona gentil, amable y sincera. Emana bondad, creatividad y conocimiento a partes iguales.

La entrevista

Cortacesped creada por Christof

Vive en lo alto de un monte, con unas vistas privilegiadas. Allí nos esperaba ansioso, alegre, dichoso y acompañado de su inseparable perra, Luna. No habíamos hecho nada más que llegar y ya nos estaba enseñando inventos. Aunque personalmente los denominaría creaciones, pues Christof es un creador nato. En primer lugar nos presentó un cortacésped fabricado con dos cuchillas, un viejo taladro, una lata grande y unos ruedines.

En su coche dispone de una placa solar que cubre el techo conectada a dos baterías de plomo que almacenan la energía captada. El coche es un Smart diésel que tiene 19 años (y nada menos que 170.000 km) bautizado como La Pulga. Este Mercedes se diseñó hace muchos años y, para Christof, en un claro error de la marca, pues sacar al mercado un coche tan pequeño, que rinda tan bien y consuma tan poco, debía ser un error. A los fabricantes no les interesa comercializar coches que consuman poco. Todo lo contrario, les interesa vender coches que generen negocio. No olvidemos la estrecha relación existente entre las empresas automovilísticas y el negocio del petróleo.

Vistas desde la vivienda de Christof. En primer plano La Pulga. Al fondo la costa de Alicante

Christof descartó convertir este coche en 100% eléctrico, pues los procesos de homologación en España resultan muy costosos. Ya hablamos sobre ello en la entrevista a Charly de Purecar.

La Pulga le provee de electricidad cuando las placas de la vivienda no suministran suficiente energía y, en caso necesario, emplea el motor de combustión como generador. Nos asegura que únicamente lo arranca cuando viaja. En su vivienda tiene varias placas solares, algunas recicladas y recuperadas de la basura. Él mismo se las ha ideado para hacer girar las placas con el sol. Y como siempre todo con elementos reciclados o comprados en el mercadillo a precios muy económicos.

Tiene una bicicleta eléctrica con placas solares. Cómo no, creada por el mismo. Tiene aspirador, lavadora… todas las comodidades esenciales en la civilización. La cocina la tiene en el exterior de la vivienda, en una especie de porche. De esta manera evita el calor de la misma en el interior de la casa.

Le apasiona la arquitectura, por lo que ha adecuado su vivienda a sus necesidades y gustos. Y he de reconocer que sorprende. Se encuentra integrada junto a la roca de la montaña en la que se encuentra. Tiene una cueva en casa que le suministra frescor en verano y calor en invierno.

Calefacción Solar Aerotérmica. Creada por Christof con elementos reciclados.

El agua es un bien preciado. El agua potable debe usarse para las cosas imprescindibles: beber. Así pues, suministra y controla el agua con sumo cuidado. Para el agua caliente tiene un colector de tuberías negras cubiertas por un cristal en el tejado de la vivienda. Esas tuberías al calentarse con el sol, suministran de agua caliente la vivienda. ¿Y la calefacción? Pues tiene calefacción solar aerotérmica. Consta de unas latas (latas de la comida de su perro pintadas de negro) soldadas a unas láminas metálicas que van a parar a unos conductos que llevan aire caliente hasta el suelo de la vivienda. Todo esto orientado hacia el sol de invierno, un sol más bajo. El sistema de latas está cubierto por cristales que hacen el efecto lupa. El metal absorbe el calor rápido y lo suelta rápido, incrementando la temperatura interior sustancialmente. Asegura Christof que en invierno supera los 30 grados en el interior. En verano tiene el sistema cerrado y cubierto para que no caliente la casa.

En la Foto: La Pulga, Luna, Christof Sappel y Emilio Fernández Rey. Al fondo la costa de Alicante

Dentro de la vivienda podemos encontrar un mini aparato de aire acondicionado, mini ventiladores solares que airean el interior, creando corrientes de aire, tanto en puertas, como en ventanas. Incluso un frigorífico hecho con elementos reciclados. Era fácil encontrar displays de led en diferentes ubicaciones; el salón, el baño o las habitaciones. En ellos se leían los números 12.0 ó 12.1,  el voltaje que tiene la vivienda. De esta manera controla en todo momento el consumo eléctrico que tiene, sin exceder ni consumir innecesariamente de más. Como Christof nos indicaba, no necesitamos para vivir todo lo que nos venden. El sistema nos coacciona a comprar útiles que realmente no lo son.

Entonces es cuando uno se da cuenta de la cantidad de energía que consumen nuestros aparatos eléctricos. El ordenador de Christof consume 100 W. Tiene Internet, contrata bonos mensuales. Acto seguido nos pregunta: “¿Cómo veis películas ahora? ¿Realmente necesitamos ver películas de tanta calidad?“.

Nos explica, que ha intentado la instalación de aerogeneradores hechos por él mismo y comprados. Pero siempre sin éxito. Alicante es una zona que ocasionalmente tiene fuertes rachas de viento pero no ha sabido cómo sacarle partido. Las placas solares son más sencillas y requieren menos mantenimiento, pues tienen menos partes móviles.

El cambio de Paradigma

Christof niega que sea un genio. La industria y el capitalismo asociado nos han atontado. Como él dice, es el mercantilismo. Comprar “soluciones a nuestros problemas” nos lleva a “no plantearnos problemas que solucionar“. Y por tanto, dejamos de pensar, de crear, de innovar. Para simplemente poseer, por el hecho de poseer.

Tras dos horas de charla con Christoff llegó Rudolf, su sobrino. Es un ingeniero que trabajó para BMW. También es un loco de la sostenibilidad. En una grata e interesante conversación nos contaron que las marcas alemanas hace tiempo fabricaron prototipos de coches que consumían 1 litro cada 100 kilómetros. Aquí puedes leer la noticia: La conclusión es que todavía queda margen de maniobra en los motores térmicos e híbridos. Y lo han tomado al pie de la letra. Son modelos que no salen a la luz porque no interesan.

Muchos ingenieros, como Rudolf, entran a trabajar en grandes automovilísticas alemanas y terminan saliendo al ver que no sale al mercado lo que no interesa fabricar. Véase la diferencia entre: “algunos ingenieros tienen jefes…” y “algunos jefes tienen ingenieros…“. Si no existe un negocio potencial detrás, no interesa comercializarlo.

Del mismo modo nos venden la seguridad como algo necesario. Otro mecanismo de negocio. Evidentemente tiene su razón de ser, pero la cuestión es cómo nos lo venden. Realmente estas empresas ya no necesitan dinero, quieren poder. No obstante, siempre habrá gente que, llegado un punto, toman consciencia, despiertan y toman otro camino.

Sono Sion de Sono Motors.

Y cómo no hablar del Sono Sion de Sono Motors. Un coche que promete revolucionar la movilidad eléctrica sostenible y que tiene enamorado a Christof y a otros 6.600 reservistas más. La versatilidad de este vehículo es mayúscula. Dotado de placas solares para autorecargarse, permite tanto la entrada como salida de energía (v2g o powerSharing). Es el vehículo ideal a las personas que buscan autosuficiencia y sostenibilidad como forma de vida, sin olvidar que su precio no excederá los 20.000€ incluyendo batería en propiedad. El cambio de paradigma está aquí.

Para más información, tenéis el enlace al blog de Christof Sappel.

Y en este enlace podéis leer una iniciativa promovida por Christof Sappel en change.org.
Yo ya la he firmado, ¿a qué esperas para hacerlo tú?


Entrevistando a Christof. En la foto: Emilio Fernández Rey, Christof Sappel y Hugo Carretero.

Desde pasatealoelectrico.es queremos agradecer a Christof Sappel ser un fiel seguidor de nuestra web y atendernos tan amablemente.

Así como destacar la labor que realiza acercando la sostenibilidad en los pequeños gestos del día a día.

Gracias por ayudarnos a descubrir ese cambio de paradigma.

 

Salir de la versión móvil