

En el día a día de cualquier persona surgen situaciones, imprevistos y vivencias que nos afectan. Nosotros, los humanos, nos atrevemos a calificar esos hechos como buenos o malos. Nuestra mente es la que le da ese significado y termina siendo algo vivencial. Cambiarlo está en tu mano.

Viñeta sobre el clima.
A veces, cuando observo una situación que desearía cambiar, pongamos por ejemplo la mentalidad de los petrolheads. Me doy cuenta que yo estoy en ese mismo nivel, con la misma actitud, pero en el sentido contrario. Pretendo que mi verdad sea su verdad, sin permitir la posibilidad de aceptar o comprender su posición. Si no respeto su postura, ¿cómo van a respetar la mía? ¿Acaso es que ambos no tenemos derecho a equivocarnos? Entonces ¿tengo derecho a cambiar la opinión de otro? ¿A decidir sobre él? ¿Mi verdad está por encima? Tratar de aceptar, comprender o simplemente respetar la verdad del otro sin pretender cambiarla, probablemente acercará posturas. Tratar de cambiar a los demás por la fuerza o porque los hechos empíricos determinan que es así, poco puede aportar al proceso de integración.
¿Cuántas veces nos encerramos en nuestros pensamientos? Les damos importancia como si fuesen reales. ¿En realidad crees que un pensamiento generado a partir de algo que me ha dicho otro puede cambiar mi actitud? Pues para la mayoría de los humanos parece que sí. En verdad ¿quieres depositar el poder de tus acciones en el otro? ¿Tanto poder tienen los demás sobre ti con sólo pronunciar ciertas palabras? Para mí es absurdo, cuasidemente.
Seamos responsables de nuestros pensamientos. Seamos conscientes de que nuestros pensamientos a veces nos dominan. No olvides que tú no eres tus pensamientos. Ni tus pensamientos eres tú. Por tanto, sé consciente de lo que piensas, cámbialo si no te gusta, vívelo de otra manera y tu entorno finalmente le seguirá. Como dice Emilio Carrillo “lo importante no es el qué, sino cómo vives el qué“.

Emisiones NOx.
Imagínate ir navegando en una barca por un lago, no hay gente cerca, estás relajado. De repente, algo choca contra tu barca. Te incorporas enfadado, pues han roto tu momento de tranquilidad. Tu instinto es ir a atacar, insultar al otro, pero observas que no hay nadie en la otra barca. ¡Vaya! Parece que la misma corriente del lago fue la que acercó dicha barca contra ti. Al observarlo nos quedamos boquiabiertos y sin palabras. No tenemos a nadie a quien culpar. O quizás sí, siempre habrá alguien; el dueño de la barca por dejarla suelta, el vigilante del lago… No importa, la mente del ser humano siempre está buscando culpables.
Parece que nuestra mente está educada para buscar culpables fuera y no responsables. Pues si nos observamos honestamente, el mayor responsable de todo lo que ocurre en mi vida soy yo. Despertemos a esta mentalidad. Tomemos la responsabilidad de nuestros actos y de los actos de nuestras vidas. Cada experiencia que vivimos siempre tiene algo que aportar. Si juzgamos la situación perdemos la perspectiva neutral y nos hacemos partidarios y partícipes de la situación. Entonces, habremos caído de nuevo en el juego de la mente.
Tú no eres tu mente. Tu puedes cambiar tus pensamientos. Tus pensamientos y tú no sois lo mismo. Sé consciente de tus pensamientos y vívelos de otro modo. Cambiarás tú. Nunca más caigas en la trampa de decir “soy así y no puedo cambiar“.
Y es que, como ya he dicho, lo importante no son las cosas que vivimos, sino cómo las vivimos. Nuestra mente es la que nos acerca unos pensamientos u otros. Si no somos conscientes de nuestros pensamientos, podemos ser víctimas de ellos, llevándonos a vivir una situación de un modo muy diferente a como realmente en nuestro interior queremos vivirla.

Tiempo de cambio.
Si me preguntas y ¿qué tiene que ver esto con un blog de movilidad eléctrica sostenible? Te diré que nada o todo. Depende de la apertura de mente que estés dispuesto a realizar. Derrochamos mucha energía y tiempo tratando de convencer a los demás sobre la transición a un mundo sostenible, denunciamos aparcamientos indebidos, justificamos con números la rentabilidad de un vehículo eléctrico, tratamos de convencer y convencernos de que el coche eléctrico ya está aquí, demostramos el reciclaje de las baterías, las bondades del vehículo eléctrico, la peligrosidad de los motores de combustión…
Cualquier cambio que queramos promulgar nace de uno mismo.
5 Comentarios. Dejar nuevo
Excelente reflexión, Emilio. Es como si me hubieras leído el pensamiento. Muchas gracias por tu aportación filosófico existencial en pro de la movilidad eléctrica sostenible.
Darnos cuenta de que nuestros pensamientos surgen desde nuestro sistema de creencias, es un gran paso, pero mejor aún es darte cuenta de que TU realmente no eres el producto de tus pensamientos, es un gran salto!!
Enhorabuena por tu artículo.
¿ Qué te importa, cuánto carburante gasta mi cochazo de “ALTA GAMA”, si yó lo pago, aparte de impuestos astronómicos ? Es la pura invidia, porque no eres capaz de fardar.
El cambio climático . . . . . una tontería . . . . . .que se compren un buén aire acondicionado.
Los miserables, que no pueden pagar la factura de la luz, que se unan con esos refugiados, yá que no tienen ganas de trabajar.
Hay petroleo para 50 años más, después que se vayan a marte con el hidrógeno que queda y los demás . . . . .que se jodan.
Buen artículo. Muy meditado. Saludos.
Pregunta. Tu que conoces de mundo y en particular el negocio de la automoción, ¿por qué Elon no se junta con Apple o Google, o un partner chino con pasta, para empezar a levantar fábricas a saco en varias partes del mundo, a la vez y ahora mismo?
¿Cuáles pueden ser los inconvenientes de tal unión? Demasiada pérdida de independencia?