Hace unas semanas estaba conversando con un compañero del gimnasio sobre energías renovables, sostenibilidad y autoconsumo. Entonces me sugirió visitar Vellosillo, su pueblo, pues últimamente se está hablando mucho de él en los medios de comunicación debido a un proyecto que abandera estos conceptos. Tras ponerme en contacto con el promotor del mismo, Jorge Juan García, concertamos una cita y allí me dirigí acompañado de mi inseparable mujer.
Habíamos quedado con Jorge Juan a las 16:00, eran las 15:55 y llamé para avisar de que ya nos encontrábamos allí. Un par de minutos después, y tras las correspondientes presentaciones, nos invitó a pasar a su casa. Jorge es uno de los vecinos de Vellosillo, un pequeño pueblo ubicado en la Sierra Segoviana, a unos 5 kilómetros de Sepúlveda. Este pueblo, tras la gran migración que se vivió en los años 50 y 60, vio mermar su población hasta quedar casi abandonado.
Jorge inició su proyecto de vida sostenible hace unos 7 años allí, en Vellosillo. Él es un hombre que ha vivido en muchas zonas del mundo, ha visto mucho y se hace patente en su forma de hablar. Durante un tiempo vivió navegando en el mar donde aprendió mucho acerca de la supervivencia, y a diferenciar las cosas necesarias para vivir de las que no lo son. A lo largo de dos horas y media que compartimos, pudimos comprobar cómo esa experiencia y conocimiento vividos transmiten armonía, tranquilidad y paz a todo aquel que lo escucha; es una sensación indescriptible.
Como decía, hace unos 7 años comenzó su andadura iniciando una nueva vida autosuficiente y desconectándose de la red eléctrica, en lo que se denomina una instalación de autoconsumo aislada (tal y como explicaba en este artículo sobre la instalación de placas solares y el “impuesto al sol”). Pero Jorge no sólo es independiente eléctricamente, sino que en el resto de los niveles también, tal y como explicaré a continuación.
Vivienda Circular en Vellosilo.
Construyó, tras lidiar con los impedimentos burocráticos típicos en España, una vivienda circular que es una muestra ejemplar de eficiencia energética. Su filosofía se basa en el “Low Tech“, es decir, prescindir de la tecnología que no necesitas explícitamente (o usarla lo mínimo). Esto puede significar no planchar, no usar lavavajillas, economizar las lavadoras y por supuesto usar electrodomésticos de máxima eficiencia energética. La vivienda diseñada consta de unas placas solares y baterías que respaldan y acumulan la electricidad generada. Asegura obtener electricidad suficiente con el dimensionamiento de su instalación, aunque los meses de invierno resultan más duros, debido a la escasez de horas de sol. Nos explicó que también tenía un pequeño aerogenerador, pero que ahora mismo utiliza sólo como veleta, pues se estropeó tras unas fuertes rachas de viento superiores a 140 km/h, por lo que tuvo que adecuar su consumo eléctrico a la generación que producen únicamente sus placas.
Posee una huerta ecológica para autoconsumo, en la que asegura no utilizar fertilizantes químicos pues no los necesita, ya que aprovecha el abono natural de los animales que tiene. La huerta se encuentra aislada por arbustos arómaticos que protegen la cosecha de las plagas. Por otro lado, tiene unas cuadras en las que alberga una yegua rescatada de una muerte segura, a la que su dueño había abandonado. Tiene varios caballos pastando libremente por sus tierras, así como ovejas, gallinas, ocas e incluso un cerdo. Todos ellos tienen nombre y responden a él; Jorge les da una vida digna y ejemplar. Nos comenta que hasta hace poco tenía conejos, pero tuvo que sacrificarlos a todos por una epidemia.
Huerta de la Fuente. Vellosillo.
El agua pluvial es recogida y conducida por toda la finca hasta una poza de 3 metros de profundidad, de la que se abastace para regar el huerto y dar de beber a los animales.
El verano pasado vivimos un año muy seco y esto provocó que durante dos meses el municipio estuviese sin agua y por si fuese poco, también llegaron a estar sin luz. Esto llevó a Jorge a reunirse con los vecinos para iniciar y promover una iniciativa con la que “salvar” al pueblo. Tras una asamblea de la Asociación de Amigos y Vecinos de Vellosillo se aceptó y adoptó el proyecto de Jorge. Todo el mundo creyó en él y, de hecho, lo único que propuso es lo que ya lleva él haciendo años, que es vivir de forma sostenible y autosuficiente. Realmente, si nos desprendemos de las cosas superficiales necesitamos muy poco para vivir. El sistema socio-económico actual ha ideado una espiral que nos hace creer que necesitamos unas vacaciones en Punta Cana, un smartwatch, el último teléfono móvil, o incluso un Tesla. Nada más lejos de la realidad. En tu día a día todo eso es prescindible, pero el sistema quiere hacer negocio con nosotros. El dinero y el poder mueve… pero muy pocas manos son las que lo gestionan, y por el motivo que sea, lejos de compartir, quieren más.
Muchos problemas han tenido Jorge y Vellosillo con los impedimentos legales para llevar a cabo su proyecto, pues los pueblos con poca población están desamparados a los ojos del Estado y de la ley. No hay nada que estipule cuándo un pueblo deja de recibir ayudas, cuándo empieza a recibirlas o cuándo debe ser abandonado. Motivo por el cual cobra más sentido si cabe el proyecto iniciado en Vellosillo y que tanto ha dado que hablar en muchos medios de comunicación. La Asociación cuyo referente es Jorge cuenta con un fondo de inversión de 200.000 € denominado Vellosillo Dreams, para apoyar empresas y negocios que quieran afincarse en el mismo y sigan su filosofía: la Sostenibilidad.
Ocas nadando en poza. Vellosillo.
Agradable rato pasamos junto a Jorge. Charlamos sobre cómo funciona el sistema socio-político-económico, el vehículo eléctrico, Tesla, las placas solares, el petróleo, el fracking, la sostenibilidad, el agua, el respeto por los animales y tantos y tantos temas que el tiempo se nos quedó corto y Jorge tenía que irse. Pero nos dejó con muy buen sabor de boca y muy buenas sensaciones. El mundo rural tiene esperanza. El mundo rural es la puerta de salida y el ejemplo a tomar por las grandes ciudades para que aprendamos que, tanto unas como otras, pueden ser sostenibles. Y mientras recogíamos y nos marchábamos con esta sensación, vimos cómo Jorge montaba en su pickup diésel y se alejaba camino a un evento en Madrid.
Esperemos que Jorge pueda dimensionar su instalación fotovoltaica y pasarse a lo eléctrico, de modo que pueda ser autosuficiente y respetuoso con el medio también en sus desplazamientos, tal y como le sugerí cuando hablamos del interesante proyecto de Sono Motors con el Sono Sion.
Gracias Jorge. Vellosillo, gran ejemplo a seguir.