Muchos fans del zumo de dinosaurio en los tiempos presentes se alegran de que Mazda intenta hacer una Kill al vehículo eléctrico “Reinventando” el motor de Gasolina y aquí va una crítica a este nuevo motor SkyActiv.
Básicamente, en un pasado con motores de carburación, era prácticamente obligatorio que los vehículos tuvieran una compresión de 9/1 para 95 octanos y 11/1 para 98 octanos.
Si un usuario con un 11/1 decidía usar gasolina 95 probablemente se encontraba pasados unos 20.000 kilómetros con unos agujeros en su pistón, provocados por el tan temido autoencendido, consistente en que se producen pequeñas explosiones en la gasolina previas al chispazo de la bujía, ejerciendo más presión sobre una parte del pistón y no en su conjunto.
Sin embargo, con la llegada de la inyección electrónica directa, la relación de compresión ya no es tan relevante dado que podemos decidir en qué momento preciso de la fase de compresión queremos inyectar el combustible, en lugar de decidir en qué fase de la admisión hacerlo como pasa en carburación y en inyección mecánica.
Por este motivo Mazda ha conseguido con su motor SkyActiv un motor de gasolina que dé una relación de compresión ni más ni menos que de 14/1, lo que significa que entrará más aire y por tanto tendrá, junto con su incremento de inyección, más potencia con la misma cilindrada y sobre todo mayor par motor, haciendo que este motor una las dos grandes ventajas que tienen la gasolina y el diésel (mayor potencia en gasolina y mayor par motor en diésel).
Esto permitirá conseguir motores gasolina potentes y con un consumo de combustible similar al de los diésel y, si a esto le sumamos una tecnología híbrida, podríamos hablar de un híbrido asesino de eléctricos. O tal vez no.
Ahora viene la parte negativa de la historia. Como toda máquina neumohidráulica, cuanto mayor sea la presión de trabajo mayor tendrá que ser la resistencia de las partes mecánicas y esto me lleva a pensar: ¿de qué material estará hecho o qué grosor tendrá este motor para resistir esta presión? Pues lo cierto es que es un motor muy similar a los actuales motores diésel en cuanto a estructura se refiere por lo que se va a perder una de las mayores ventajas de los gasolina: su menor coste de mantenimiento. Este motor tendrá que llevar aceites de lubricación de muy alta calidad del tipo 0w ó 5w, más caros que los que llevan los motores gasolina.
Otro problema mucho más importante es que, al trabajar a mayor presión, se pueden generar los NOx. Para esto los fabricantes tienen esa hermosa y maravillosa solución (ironía) de añadir un Adblue a su dispositivo o bien trucar los motores para que aparenten menos contaminación.
Veo un gran número de problemas en estos nuevos motores, aunque aquí lo que se huele es la DESESPERACIÓN de los fabricantes que más retrasados van en los vehículos eléctricos (Ford y Mazda son el paradigma) por intentar vender a los clientes un producto como el motor SkyActiv que posiblemente homologue unos consumos realmente bajos (3,3 L/100 en un Mazda 2) pero que en condiciones reales será lo mismo que el ciclo NEDC, imposibles de cumplir en la realidad.
La conclusión es que la era de los motores de combustión en los coches ha terminado y sólo pretenden engañar a los consumidores vendiendo humos, hablando de grandes ventajas pero no de los posibles inconvenientes, por lo que, si quieres un motor fiable, el que menos consuma y con las mejores prestaciones, ¡PÁSATE A LO ELÉCTRICO! AUUUUUU!!!!!