Parece ser que los observadores internacionales que tanto se reían de nosotros por la desastrosa política de autoconsumo energético, van a descansar su mandíbula, ya que la desafortunada gestión que imperaba se ha corregido con la derogación del famoso “impuesto al sol“.
Adiós al impuesto al sol
Pero no todo son buenas noticias. Y es que el gobierno de Pedro Sánchez se encuentra con una situación heredada del Ejecutivo de Rajoy en la que los inversores internacionales reclaman más de 7.500 millones de euros por recortes de primas a las energías renovables en una auténtica oleada judicial de una treintena de pleitos pendientes de resolver.
Este nuevo marco de legislación pone de manifiesto numerosos cambios que voy a intentar enumerar:
- A partir de ahora cualquier empresa podrá ofrecer servicios de recarga de vehículos eléctricos. Es decir, no será necesario que estén registrados. Evidentemente, esta liberalización seguirá estando sujeta al cumplimiento de un determinado contrato de suministro y unos requisitos técnicos respecto a la instalación de la red. Esto es, a partir de ahora será más fácil que cualquier restaurante o centro comercial tenga puntos de carga en las zonas de aparcamiento.
- Se acabó el “impuesto al sol”; ahora, la energía fotovoltaica que autoconsumimos y/o inyectamos a la red está exenta de impuestos, cargos, peajes o como lo queráis llamar, independientemente del tamaño de la instalación (incluso para instalaciones mayores de 10 kW). También desaparece el llamado “impuesto de las baterías”. Es decir, antes, si tenías baterías que almacenaban tu excedente de energía, lo lógico era que no necesitases tanta potencia contratada y bajases este término, cuya puesta en marcha era penalizada.
- Se potencia el autoconsumo compartido. Esto significa que se puede utilizar el tejado de una infraestructura cercana o un terreno colindante para la instalación y aprovechamiento de los consumidores eléctricos interesados. No es necesario que esté en nuestro propio tejado o terraza.
- Por fin podremos “vender” nuestro excedente de producción, que inyectamos a la red, sin penalización. Evidentemente, las compañías van a comercializar (especulando) con ese “regalo”, ya que sólo están obligadas a valorar su precio dentro del “mercado mayorista energético”. Además, con esta medida, no será necesario el “segundo contador”.
- Ahora no será necesario que los paneles solares instalados tengan menor potencia que la que se consume.
- Si por casualidad la instalación que vas a colocar en tu domicilio no va estar diseñada para “volcar” el excedente de energía a la red, no será necesario realizar ningún trámite para estar conectado a la compañía eléctrica.
- Para el resto de los mortales que no tenemos placas solares en nuestras azoteas o tejados, la factura de la luz también trae novedades interesantes que supondrán un ahorro considerable, como la posibilidad de contratación de la potencia en múltiplos de 0,1 kW (el término fijo); la prohibición del acoso de los comerciales que, con “engaños” de supuestos ahorros, te realizaban el cambio de compañía sin darte casi cuenta (sobre todo a personas ancianas que viven solas) o la obligación de las compañías suministradoras a informarte sobre la discriminación horaria (por ejemplo 14 horas que tú elijas a bajo coste y las otras 10 restantes con un ligero sobrecoste).
- Este Real Decreto intenta bajar un poco la factura de la luz anulando el impuesto del 7% por la “generación de la electricidad”. Esto supone un ahorro aproximado de un 4% de media en un hogar convencional. Para compensar esta pérdida de ingresos, se van a utilizar los fondos de la subasta anual de derechos de emisiones de CO2.
- Se introduce lo que el BOE denomina una “exención” en el IEH (Impuesto Especial de los Hidrocarburos) que anula el famoso “céntimo verde”.
- Se pone en marcha también un “bono térmico” (calefacción) que funcionará de manera similar al “bono eléctrico” para paliar la pobreza energética y que se hará efectivo los meses de invierno.
Creo que no me he dejado ninguna peculiaridad de este Real Decreto. No obstante, como siempre, son bienvenidas las aportaciones o complementos que nos podáis facilitar en los comentarios.
Placas solares
Ya veis que no es difícil legislar con cierta lógica respecto a la gestión energética. Al final, es una mezcla de dejar a un lado la puertas giratorias y observar las necesidades reales en favor del entorno en general y del ciudadano en particular. Esperemos que la pobre cifra de instalaciones de autoconsumo en España (mil frente a las más de un millón de Alemania) se vea mejorada sustancialmente. Recordemos que, según el IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), de los 1.196 MW que tenemos instalados en España para autoconsumo tan sólo 170 provienen de fuentes de energías renovables.
Qué duda cabe que los 9.000 MW adjudicados en las últimas subastas de renovables servirán para potenciar, por ejemplo, la instalación de más puntos de carga para vehículos eléctricos y favorecer la tan ansiada transición a energética sostenible. Esperemos que cunda el ejemplo (como ya os hemos venido informando en este blog) y los tan sólo 100 MW que hasta ahora están instalados lleguen pronto a esa adjudicación.
Humor. Fuente: “El jueves”