En teoría, en España está subvencionada la compra de vehículos eléctricos con algunos límites de presupuesto y categoría de los mismos. En la práctica, estas ayudas no terminan de ser eficaces porque se conceden en diferido, cuando el solicitante lleva conduciendo meses su vehículo -y ha tenido que adelantar la ayuda de su bolsillo.
El Plan MOVES III concede hasta 7.000 euros de ayuda en la compra de un turismo eléctrico que cueste menos de 45.000 euros sin IVA y se entrega un vehículo de más de 7 años para achatarrar.. Sin achatarramiento, la ayuda es de 4.500 euros. Esta cantidad puede ser muy decisiva en coches de presupuesto medio, porque de bajo presupuesto no hay ninguno, y los de alto precio no reciben ayudas porque exceden la barrera de esos 45.000 euros.
El pecado original de las ayudas del Plan MOVES III está en el procedimiento de solicitud. Por un lado, el solicitante ha de buscarse las habichuelas por su cuenta, no se trata de un procedimiento automatizado a través de los concesionarios, a diferencia del antiguo Plan Prever. Por otro lado, la concesión no es rápida, hay que presentar papeleo y esperar durante meses a una resolución favorable (o no).
El Estado, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), asignó 400 millones de euros inicialmente para el Plan MOVES III que ha prorrogado dos veces más para llegar a un total de 1.300 millones. Un pastizal. Este presupuesto se reparte entre las Comunidades Autónomas, Ceuta y Melilla, según les llegan las solicitudes y las van resolviendo en función de si que cumplen con las condiciones.
Cuando el presupuesto se agota, la Comunidad Autónoma puede solicitar más. De hecho, al cierre de enero de 2024, se ha ampliado el presupuesto en casi 553 millones de euros, con un total de casi 953 millones de euros en total. Sin embargo, la mitad de dicho presupuesto no se ha ejecutado, es decir, la mitad del montante económico de las ayudas no se han concedido aún. Y si atendemos a los datos actualizados del IDAE el valor total de las solicitudes asciende a 1.034 millones de euros (un 109% sobre el presupuesto asignado) y se han ejecutado 512 millones.
Con estos datos, se ve que hay interés por pedir ayudas para la compra de vehículos eléctricos. Ahora bien, el problema del atasco burocrático está en las CCAA y las ciudades autónomas, tal y como han reconocido los responsables de las mismas, de uno u otro signo político. Todas las solicitudes han de pasar por un embudo administrativo, se han de cotejar documentos manualmente, comprobar los datos que se reflejan… y a veces todo se enlentece porque falta un documento, se pasa un plazo o toca reclamar algo.
Así funciona la concesión de ayudas en España: manualmente y con lentitud. Y eso no es un problema de si la Comunidad Autónoma la gobierna el PSOE, el PP, el PNV o Esquerra Republicana. En muy pocos casos la ayuda se cobra en menos de seis meses y la mayoría supera el año de espera.
En anteriores planes de ayuda era fácil agotar el presupuesto asignado, y como ejemplo relativamente reciente tenemos el Plan PIVE, que se terminó en 2012, después de numerosas prórrogas. Dichas ayudas morían de éxito, porque las matriculaciones se animaban o se frenaban en función de si había presupuesto o no. Con los vehículos eléctricos no se ha hecho de la misma forma, y los resultados son visibles para cualquiera.
Quien se compra un coche eléctrico es porque puede permitírselo en un primer momento, ya que las ayudas se cobran en diferido, y en un segundo paso, toca devolver parte de las ayudas en la declaración de la Renta. Esto último se aplica a cualquier subvención, pero también puede echar hacia atrás. Eso trató de corregirse en 2023 con la posibilidad de deducirse de la declaración el 15% del valor de adquisición del vehículo, hasta 3.000 euros, si bien esta medida de Hacienda es prácticamente desconocida para el ciudadano
En algunas marcas, se adelanta la ayuda como una atención comercial, o con un préstamo en condiciones muy favorables de intereses o con periodos de carencia de un año. Pero las ayudas pueden tardar en cobrarse hasta dos años, cuando el vehículo ya ha podido dejar de fabricarse o quedar desfasado visualmente. Estas deficiencias han de ser corregidas en futuros planes de ayuda, ya que no parece que el Plan MOVES III tenga “solución”.
¿Cómo deberían ser las ayudas a la compra?
No hace falta reinventar la rueda, que ya está hecho, sino aplicar las fórmulas que en el pasado fueron exitosas. Si se quiere incentivar la matriculación de coches eléctricos en España, se han de reducir las trabas administrativas, y si eso no es posible, automatizarlas al máximo, delegando ese trabajo en concesionarios, gestores o un número adecuado de funcionarios en relación a la carga de trabajo.
Su concesión debería ser inmediata, porque es un factor decisivo para aquellos compradores que se podrían comprar el coche subvencionado, pero no si han de afrontar 7.000 euros adicionales. Aquellos coches con precios más ajustados son los más beneficiables por ayudas entregadas rápidamente y con pocos quebraderos de cabeza para el ciudadano. Porque todos queremos cuidar el medio ambiente, reciclar, comprar productos bio, no usar plásticos y tener un coche nuevo y que no contamine al ir la centro. Lo que no nos dicen nuestros gobernantes es que ser ecofriendly nos cuesta más.
Por otra parte, también se puede hilar fino para reducir la inevitable picaresca de los solicitantes, y modificar el reparto para que beneficie fundamentalmente a aquellos compradores de menor poder adquisitivo que hagan el esfuerzo de comprar un coche eléctrico. Aquellos que no tengan problemas en comprar “a tocateja” y recibir la ayuda en diferido, tal y como demuestra la fuerza de los hechos, puede esperar. ¿Por qué no un “carril rápido” para quien realmente lo necesita? Ahí lo dejamos.
Esperamos vuestros comentarios.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Ya estamos hartos de pagar con NUESTRO DINERO EN IMPUESTOS , el capricho de algunos para la adquisición de coches eléctricos.
El MOVES III no va precisamente para coches de capricho, ya que hay un tope de precios.
¿Sabías que un coche de 45.000 euros recauda solo en IVA más que el importe de la ayuda íntegra? Además, cuando quieras comprarte un eléctrico, querrás que haya puntos de recarga, instaladores, servicios… y para que todo eso exista, pues hay que animar las ventas. Y como puedes apreciar, como no se animan lo suficiente, en España vamos peor que Turquía o Portugal pese a ser una “potencia europea”.
Así se entiende todo mejor.
Creo que deberian ingresar las ayudas ya cocedidas con los intereses de demora. 1300 millones generan un dinero en intereses que nadie sabe donde van. Cosidero que hay fraude detras de esto. Mas de un año de espera es inaceptable.