La primera impresión que suele provocar a los usuarios el Smart #1 es la poca semejanza que tiene con el resto de los modelos de esta compañía. De hecho, es el turismo de mayor tamaño que Smart ha fabricado y comercializado hasta la fecha. Esto, junto con su diseño juvenil y futurista, le han convertido en el primer SUV que tiene esta joven marca.
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Características del Smart #1
En líneas generales, este SUV eléctrico Smart #1 se caracteriza por una carrocería de trazos fluidos y suaves, aunque siguen estando presentes los elementos que simulan formas triangulares tan populares en esta marca. Es, por otra parte, un vehículo que tiene mucha luminosidad interior gracias al generoso tamaño de sus ventanas laterales y a su enorme techo de cristal.
Su motor
Este SUV se presenta con un motor de 200 kW y se alimenta con una batería con una capacidad útil de 62 kWh. Ofrece una aceleración que va desde los 0 hasta los 100 km por hora en 6,5 segundos aproximadamente, llegando a alcanzar una velocidad punta de 180 km/h. Su autonomía es de más de 400 kilómetros.
El interior del Smart #1
Si por algo destaca el interior de este SUV es por su pantalla gigantesca que muestra su sistema de información y entretenimiento y que se encuentra ubicada en el centro del salpicadero.
También sobresale la enorme consola que separa los dos asientos delanteros.
Movilidad eléctrica y medio ambiente
Ahora que conocemos algunas características del Smart #1 eléctrico, es necesario mencionar cómo ayuda a proteger el medio ambiente este increíble vehículo. No en vano, la movilidad eléctrica se ha convertido en una tendencia cada día más presente y una de las mejores soluciones para ayudar a prolongar la vida de nuestro planeta.
Esta reciente movilidad es una manera muy efectiva de disminuir las emisiones y de mejorar la calidad de la atmósfera. Usar este tipo de vehículos en lugar de coches de combustión interna reduce la cantidad de los contaminantes presentes en el aire, sobre todo en los grandes núcleos urbanos. Esto se traduce en una incidencia menor de enfermedades respiratorias, así como de otros problemas provocados por un aire contaminado.
La movilidad eléctrica contribuye también a preservar la biodiversidad y a mitigar el cambio climático al evitar la emisión de cualquier gas contaminante. Esto logra mejorar la calidad de vida de los seres humanos y permite garantizar un futuro más sostenible a las próximas generaciones.
Por otro lado, es una manera de fomentar la sostenibilidad energética. No en vano, la electricidad que se usa parar mover un vehículo eléctrico puede generarse a partir de diferentes fuentes renovables, como, por ejemplo, la energía eólica o solar, lo que aumenta considerablemente la seguridad energética. Así mismo, es una buena oportunidad para impulsar el desarrollo económico y la innovación, puesto que, al encontrarse en pleno crecimiento, es capaz de ofrecer una buena cantidad de oportunidades de empleo y desarrollo.
En definitiva, la transición a la movilidad eléctrica es un paso fundamental para lograr un futuro más sostenible y verde. Por este motivo, es crucial que tanto las empresas como los gobiernos se encarguen de invertir en ella para conseguir un cambio verdadero en la manera en que consumimos la energía y nos movemos.