

Hasta no hace muchos años, la duda que nos surgía a la hora de comprar un coche, era si elegir uno de gasolina o de diésel. Ahora, los tiempos han cambiado, hemos ido evolucionando y el mercado nos ha ido ofreciendo cada vez productos más avanzados y, sobretodo, más variados, lo que nos ha traído la llegada de los coches eléctricos.
Esto, lógicamente, es algo beneficioso, tanto para nosotros los consumidores, como para el mercado y el planeta en general.
Sin embargo, cuando nos encontramos en el momento de compra, como mencionábamos antes, es muy importante que seamos compradores inteligentes.
Con esto, nos referimos a conocer bien lo que estamos adquiriendo, saber qué puntos debemos tener en cuenta, y sobretodo a qué servicios podemos acceder que nos hagan la vida más sencilla.

Model S P85D cargando en Centro Comercial
En el caso de comprar un coche eléctrico, debemos tener en cuenta diversos factores como, por ejemplo, el tener cerca de casa un punto de carga o mejor aún, uno propio. Estos puntos de carga domésticos (conocidos como wallbox), son los que nos permitirán que nuestro coche funcione idealmente, porque las recargas lentas son necesarias si queremos mantener la longevidad de la batería de tracción.
Afortunadamente, estas instalaciones son cada vez más comunes en las ciudades de nuestro país, y a día de hoy es fácil encontrar muchos de estos puntos, tanto públicos como privados.
Por otro lado, habrá otros puntos a considerar, como por ejemplo si el estilo de los coches eléctricos se adapta a nuestro modo de vida, a nuestra forma de conducir, y a nuestro entorno.
De la misma manera, deberemos tener en cuenta el uso que le vayamos a dar al coche, y conocer sus prestaciones y características.
Como decíamos, el formularnos todas estas preguntas es lo que nos convierte en compradores inteligentes, y lo que nos ayudará a tomar mejores decisiones.
Cuando nos planteemos todas estas cuestiones, nos daremos cuenta de que la opción de el coche eléctrico será, en la mayoría de los casos, la más favorable. Esto, se puede deber a diferentes aspectos, y dependerá también de las prioridades de cada uno.
Por ejemplo, aquellas personas que valoren mucho la economía de un coche, verán que, al ser menor el coste por kilómetro de los vehículos eléctricos, estos permiten ahorrar mucho más. De la misma manera, al contar con una mecánica mucho más sencilla, requieren mucho menos mantenimiento, por lo que no será necesario invertir dinero en nuevas piezas y demás.

Evolución de las ventas en Europa desde el Q1 de 2017 hasta el Q1 de 2020
Por otra parte, los compradores que prioricen la ecología, encontrarán en los coches eléctricos la opción perfecta, gracias a que son el tipo de automóvil que emite menos emisiones y menos ruido. Al circular siempre con su motor eléctrico, son mucho más favorables para el entorno y el medio ambiente, que otros tipos de automóvil que cuenten con motor térmico.
De hecho, son numerosas las diferencias entre los coches eléctricos y el resto de automóviles del mercado, y cada persona sentirá predilección por unas u otras.
Sin embargo, en este caso no queremos abarcar todas ellas, si no hablar de qué hacer después de haber adquirido un coche eléctrico, lo cual forma parte también de ser un comprador inteligente.
En primer lugar, cuando tenemos un coche nuevo, lo que debemos hacer es cerciorarnos de que contamos con un buen seguro automovilístico, por si tuviéramos cualquier accidente o problema, saber que estamos bien cubiertos. Afortunadamente, a día de hoy contamos con diversos seguros para coches eléctricos que se adaptan a nuestras necesidades, y que nos proporcionan todo lo que podemos necesitar para conducir tranquilos y confiados.
Otros aspectos que debemos tener en cuenta, es el mantenimiento del coche, la seguridad vial, y el ser buenos conductores.
Por suerte, actualmente nos encontramos en el mejor momento de la historia para conducir un coche, y gozamos de todo un sistema que nos cubre y nos brinda todo lo que podemos llegar a necesitar.