Acabo de leer un artículo publicado por Javier Armesto en La Voz de Galicia, titulado “Tesla pierde el sueño eléctrico“. Y me he quedado alucinado por la falta de rigor y la intoxicación informativa que destilan sus líneas. Vamos, me ha provocado un facepalm épico. Javier es jefe de la sección de tecnología de dicho diario, y periodista con más de 25 años de experiencia profesional a sus espaldas, especializado en tecnología y motor, según su perfil de LinkedIn. Debe de ser en motor a combustión, porque de eléctricos se ve que tiene más bien poca idea.
Desconozco si actúa como un simple mercenario que ha escrito el artículo tras el pago de algún fabricante de automóviles o de algún lobby, si ha caído en el más burdo clickbait, o si simplemente no se ha molestado en contrastar los datos que publica. Como es un periodista profesional, me inclino a pensar que es lo primero, porque las otras dos hipótesis no tendrían sentido en alguien con su trayectoria profesional.
De cualquier modo, en dicho artículo dice que no recomendaría comprar acciones de Tesla porque “Tesla ha fracasado en su intento de llevar el sueño eléctrico a millones de personas” ya que, siempre según él, “son contados los Model S fuera de las principales ciudades de EE. UU. y algunas de Europa, China y Emiratos Árabes, y en la mayoría de los casos están vinculados al negocio de Uber”. Si por contados se refiere a los 212.821 Tesla Model S vendidos entre finales de 2012 y finales de 2017, pues bueno, de acuerdo, si quieres llamarlo así, adelante. Pero vamos, a mí que un determinado modelo de coche venda más de 200.000 unidades en 5 años me transmite otra sensación. Por ejemplo, Porsche ha vendido 65.000 Cayenne entre los años 2002 y 2011 (es decir, menos de un tercio de los Model S vendidos por Tesla, y en casi el doble de tiempo), o algo más de 200.000 Boxster entre 1996 y 2008 (menos que el Model S, en más del doble de tiempo). ¿Alguien hablaría de fracaso refiriéndose a lo que transmite Porsche en cuanto a deportividad y prestaciones con sus coches?
Y eso de que “en la mayoría de los casos están vinculados al negocio de Uber” suena a que Javier ha pasado por Madrid, ha visto 3 o 4 Tesla Model S negros del servicio UberOne, y anda sacando conclusiones precipitadas. ¿”La mayoría”? Con más de 200.000 Model S en circulación por el mundo, ¿qué entiende por “la mayoría”? No puede ser que se esté refiriendo a un puñado (unos 40 vehículos) de coches de Uber. Eso sería mentir.
Además es muy sorprendente que el autor elija justo el momento en el que Tesla entra en el Top 5 de ventas con el Model 3 en Estados Unidos, superando las ventas combinadas de todos los turismos de BMW en ese mercado, para publicar este artículo. ¿Se habrá informado antes de escribirlo?
Los 3 modelos que Tesla vende actualmente: S 3 X
Creo que lo que está intentando hacer Javier Armesto es lo mismo que muchos otros periodistas: desprestigiar la imagen de Tesla, manipulando y tergiversando la realidad, para servir los intereses de los amos que les pagan. Ni más ni menos.
Pero claro, hasta aquí sus afirmaciones no son más que opiniones. Él es libre de opinar que las ventas del Model S suponen un fracaso para Tesla, faltaría más. Pero cuando además añade que el Model 3 “tuvo que suspender su producción en dos ocasiones porque el volumen de fabricación no garantizaba atender la demanda”, ahí ya está demostrando que está siendo un pésimo periodista, bien porque no explica los datos de los que habla, o porque manipula la información. O directamente demuestra que no tiene ni idea de lo que está hablando. Cualquiera de las tres opciones me parece chocante para un jefe de sección de un diario, con más de 25 años de trayectoria profesional.
Afirmar que una empresa detiene su producción porque la fabricación no garantiza atender la demanda no sólo es un sinsentido, sino que además demuestra que no se tiene ni idea de cómo funcionan los procesos industriales. Todo proceso de fabricación está sujeto a paradas periódicas, planificadas bien para ejecutar tareas de mantenimiento, bien para efectuar reparaciones o incluso instalar nueva capacidad productiva. Si tienes una fábrica no la paras por no poder atender a la demanda; la paras por reparaciones, por mantenimiento, o por mejoras. Lo mires por donde lo mires, una empresa como Tesla, que en su comunicado a inversores de finales de primer trimestre 2018 confirmó que aún tenía 450.000 reservas del Model 3 pendientes, no va a parar su línea de producción porque el volumen de fabricación no garantice atender la demanda. Afirmar eso es no entender nada. Insisto: ¿25 años de trayectoria profesional para esto?
Ya no quiero ni entrar a valorar afirmaciones como que “iba a costar 35.000 dólares pero se vende por 49.000, y el seguro anual cuesta casi otros 3.000”. Esto es manipulación pura y dura, sacando datos de contexto para perjudicar. Y el autor lo sabe, esto no es ningún error. 25 años de carrera para acabar siendo un simple troll. Qué triste.
Pero no para ahí la cosa, pues continúa el señor Armesto afirmando que la competencia de Tesla no se ha quedado de brazos cruzados, y Mercedes ha presentado el EQC “con una autonomía de más de 450 km según el ciclo normalizado europeo WLTP (mucho más realista que el NEDC que regía hasta ahora)”. No, esos datos no son correctos. Menudo periodista que no sabe ni siquiera buscar los datos oficiales comunicados por Mercedes donde se puede leer que “los datos de autonomía y aceleración son provisionales. Todavía no se dispone de una homologación de tipo CE ni de un certificado de conformidad con valores oficiales. Es posible que haya diferencias entre los datos indicados y los valores oficiales”. ¿Qué significa esto de “no se dispone de una homologación de tipo CE”? Que los 450 km son una estimación según el ciclo NEDC, y no según el ciclo WLTP. Es justo lo contratio de lo que afirma Javier Armesto en su artículo. Menuda información de calidad nos proporciona el hombre, ¿verdad?
Datos autonomía Mercedes EQC
Venga, yo que no soy periodista y escribo esto como hobby y por convicción personal (y no porque me pague nadie por hacerlo) os voy a explicar de qué va todo esto. Voy a hacer el trabajo que tenía que haber hecho el jefe de sección de La Voz de Galicia: informar. Y lo hago gratis. De nada, Javier.
Tras la presentación del EQC ha tenido lugar una polémica en Estados Unidos porque Mercedes, en su comunicado de prensa, afirma en repetidas ocasiones que su eléctrico tiene una autonomía de “hasta 200 millas” (unos 320 km). Basta con hacer una búsqueda rápida en Google para encontrar numerosos artículos de medios especializados que lo explican (aquí uno de ellos). Y claro, 320 km se queda muy corto. 450 km mola más, pero tiene el pequeño problema de que, básicamente, es mentira. ¿Por qué esa enorme diferencia?
Como Mercedes aún no ha podido completar los tests de homologación de consumos para el EQC, ha estimado la autonomía según el ciclo NEDC. Y todos sabemos que da unos valores de autonomía inflados e imposibles de obtener en circunstancias reales de conducción. Cuando homologuen la autonomía WLTP seguramente ronde los 350 km. Y si aplicamos una regla de 3 para estimar la autonomía EPA, que es la utilizada en Estados Unidos y suele ser de media un 30% menos que la NEDC, nos sale que el Mercedes EQC tiene una autonomía de 315 km. Eso son unas 195 millas, lo cual supondría un fracaso para Mercedes en Estados Unidos a nivel marketing. Poneros en la mente de un estadounidense que ande pensando en comprar un coche eléctrico: ¿un Mercedes que no llegará al mercado hasta 2020 y con menos de 200 millas de autonomía? No, gracias. Me pillo un Model X, que tiene 237 millas de autonomía y ya está disponible.
Habiendo explicado todo esto, ahora podemos leer de nuevo la frase que se marca Javier Armesto en su artículo: “Mercedes ha presentado el EQC con una autonomía de más de 450 km según el ciclo normalizado europeo WLTP (mucho más realista que el NEDC que regía hasta ahora)”. Claro que sí, guapi.
Y finaliza su obra maestra afirmando que “los constructores de automóviles tienen la capacidad, el know-how y los medios para liderar la nueva era de la electrificación. Solo necesitan poner una batería de iones de litio cada vez más grande”. Claro hombre, ¿cómo no habíamos caído antes? ¡Pero mira que somos estúpidos! Si es tan sencillo como poner una batería cada vez más grande… ¿Se nota el tono irónico?
Esta última frase es de un simplismo impresionante, y denota un total y absoluto desconocimiento de la nueva tecnología que está iniciando una disrupción a nivel mundial y que va a suponer no solo un enorme cambio en la industria del automóvil, sino un cambio de paradigma en la movilidad. Liderar la nueva era de la electrificación es mucho más que poner baterías más grandes.
Resumiendo: un artículo que empieza con un titular clickbait, que manipula información, desinforma y tergiversa, y demuestra una auténtica falta de rigor y un profundo desconocimiento del tema que está tratando. Enhorabuena Javier, 25 años de trayectoria profesional para terminar siendo un simple troll.
Si queréis profundizar más en el tema de los cambios que se avecinan con los vehículos eléctricos, os recomiendo ver este vídeo: