En un terreno agrícola se instaló un proyecto de sistema fotovoltaico bastante por encima del suelo. Así los trabajadores podrían seguir cultivando y a la vez generar electricidad. Ahora se han publicado los datos y son prometedores.
Hace ya un año del inicio del experimento consistente en usar placas solares encima de los cultivos agrícolas, la llamada agro-fotovoltaica, que ha mostrado unos resultados exitosos. Los módulos de las placas se instalan varios metros por encima del suelo, para que los agricultores y la maquinaria necesaria no tenga ningún problema en seguir haciendo su trabajo de forma habitual.
La primera instalación se hizo en un campo de cultivo cerca de Constanza (Alemania). La instalación cubría más de 10.000 metros cuadrados de tierra cultivable con un total de 720 módulos bifaciales. La distancia entre cada fila de los módulos se ha puesto suficientemente separada para que pueda entrar la luz del sol, así las plantas y cultivos no tendrán esa ausencia de energía para poder crecer.
Los investigadores del Instituto Fraunhofer ISE y Universidad de Hohenheim han hecho el experimento con cuatro tipos de cultivos y han publicado el rendimiento después del primer año. El de mayor rendimiento fue una plantación de tréboles que, después de esa ausencia de luz, decreció la producción un 5.3% en comparación con la superficie a pleno sol. En cambio, en cultivos de mayor interés como son la patata, trigo y apio, los rendimientos fueron algo peores, del 18% al 20% menos de producción, y esto es una pérdida de cosecha muy importante a lo largo de un año para un agricultor.
Para compensar esta menor cosecha, la comunidad propietaria del cultivo ha invertido la electricidad generada para cargar su vehículo eléctrico y procesar los productos. En términos mas técnicos, esto haría, según los investigadores, un 60% más eficiente esa tierra cultivada. La capacidad instalada es de 194 KW, y en todo el año entregó la cifra de 1.266 KWh. El uso de la energía en los procesos antes mencionados ronda el 40% del total, vendiendo a una empresa de electricidad el excedente que no utilizan.
De momento sólo son experimentos, y a lo largo de los años seguramente evolucione, ya que esto es beneficioso. Con este desarrollo de agricultura, se reduce la competencia que hay ahora mismo entre las zonas de cultivos y la expansión de la industria solar. Ya que en vez de tener un solo terreno para cada uso, se podrán tener un terreno doblemente mayor donde beneficia a ambos. Sin embargo, como bien dice Andreas Bett, director del instituto: “Hasta que la tecnología esté lista para el mercado, se deben probar más sectores y tamaños de plantas y promover la integración técnica, por ejemplo en el almacenamiento”.
4 Comentarios. Dejar nuevo
Fantástico este doble aprovechamiento del terreno agrícola.
¿Os imagináis el mar de plástico almeriense convertido en solar?
Y en España desde hace muchos años:
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Almería tendría una capacidad solar increíble con esa técnica lo que Job se yo es si sería viable con los invernaderos