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Los “de tractores”

Ferruccio Lamborghini

Los detractores de los vehículos eléctricos son muchos, pero no están organizados. Si lo estuvieran, sería el fin del vehículo eléctrico.

Muchos (la mayoría) son detractores por desconocimiento. En general son gente agradable. Incluso de la familia. Puede ser incluso tu madre, cuando te pregunta por qué quieres un VE, con lo caro que es. A mí me ha pasado. ¿Y dónde lo vas a cargar? Pues en un enchufe, mamá, como el móvil. ¿Y si te vas de vacaciones y te quedas sin batería? Pues lo mismo, mamá, “en cualquier sitio” hay un enchufe, pero no en todas partes encuentras gasolina (yo, cosas de la vida, vivo junto a una gasolinera). Bueno, bueno, tú sabrás lo que haces. Como veis, son gente encantadora.

Te los puedes encontrar también en el trabajo o en tu círculo de amigos. Ahí el abanico de tractoristas es ya mayor. Están los escépticos: ¿Y qué autonomía dices que tiene? Pues yo no lo veo claro. Dichosa autonomía (un día escribiré sobre ello). Están los bromistas: O sea, que puedes hacer una serie de km a la redonda, lo que te dé el cable al que estás enchufado.Están los macarras por naturaleza:  Buah, pero si no tiene cambio de marchas, ni hace ruido: eso no es un coche “de verdad”. Y luego están los que meten el dedo en la llaga: ¿Ya te has enterado de que Tesla es una burbuja? He oído que sus acciones hoy han bajado un 3%. ¿Ya sabes que están perdiendo dinero y que llevan retrasos con el Model 3? Pero siguen siendo igual de encantadores.

Entonces, ¿puedo tomarme una cerveza con ellos? Claro que sí. Es más: debes hacerlo. Así podrás debatir los inocentes argumentos con los que defienden una tecnología que apenas ha avanzado en más de un siglo de vida y que sigue dando rendimientos por debajo del 30%. Sí, claro que hay rendimientos mejores: Mercedes ha anunciado un rendimiento en torno al 50%… en su unidad de potencia de Formula 1 de 2017 (recordemos que la F1 actual no es sólo “térmica”, sino híbrida). ¿Sabéis qué rendimiento da el motorcillo de un retrovisor? Aproximadamente ese. Que alguien me haga un informe comparando los costes de un motor de F1 actual frente al motor de un retrovisor (que suele llevar dos). Una pista: es más o menos el mismo motor de la BatiCao.

Lo aclaro para el que no me siga: el mejor “térmico” (que en realidad es híbrido porque emplea la ayuda de la parte eléctrica) tiene un rendimiento equiparable al motor eléctrico de un juguete. Y no estoy hablando de potencia sino de eficiencia: por cada unidad de energía que aportamos, obtenemos en el eje la mitad de la aportada. Si aparte le montamos una caja de cambios (para que el motor térmico no se ahogue) obtenemos un rendimiento aún menor, pues sumamos mayores pérdidas (en forma de rozamiento, calor, ruido).

Gráfica de un motor Mabuchi FK-050SH-13125 mostrando un rendimiento del 50%.

(Fuente: https://www.fingertechrobotics.com/proddetail.php?prod=ft-spark16)

Pero no quisiera hoy meterme en temas técnicos.

Ya, Hugo, podemos argumentar lo que quieras con ellos, pero es que hay cada troll por ahí, desde el anonimato de internet… Lo sé. Pero son una minoría. Y critican al VE (a Tesla concretamente) y a sus partidarios, de la misma manera que critican o insultan a un futbolista del equipo rival… al que adoran el año que viene, cuando éste ficha por su equipo. Es gente sin personalidad.

Son el equivalente a aquéllos que hace poco más de 15 años se reían del ejecutivo que hacía aspavientos en pleno Paseo de la Castellana, gesticulando y gritando a través de una especie de tetrabrick con antena. Un chisme que costaba un riñón, por cierto. Y no te digo ya cuando lo quería instalar en su vehículo. Hoy aquellos que se reían del ejecutivo (o del mero comercial o incluso del pijo con dinero) son los que están a la última en smartphones con Android, y hasta programan sus propias apps. Pueden hacer cosas que los viejos teléfonos no les habrían permitido jamás siquiera soñar.

Vale, Hugo, ¿quieres decir que son inofensivos? No, no todos. Los hay muy envidiosos. Y son capaces de rayarte de lado a lado tu Nissan Leaf porque tu coche no es “de verdad”. No ruge. Que se lo pregunten a Saúl…

¿Y son todos así de encantadores como tu madre, escépticos como tus amigos, o ruines como el que le ha fastidiado a Saúl? Evidentemente no. He dejado para el final a los peores.

Por un lado están los que pueden hacer daño al VE sin ser conscientes de ello, mediante supuestas noticias frescas con las que pretenden ser los primeros en habernos avisado del engaño que era Tesla. Son los autores de esas publicaciones que advierten de las malvadas intenciones del ambicioso y sin escrúpulos señor Musk. La burbuja Tesla, vaya.

Y por otro lado están los peores de tractores, que son los que tienen la capacidad de organizarse. Y que, por prepotencia o simple chulería, a estas alturas van con el pie cambiado. Me refiero a aquéllos que menospreciaron a aquella start up que apañó un Lotus para convertirlo en un Tesla Roadster. Aquellos Goliats que hicieron de menos a David (quién le iba a decir a David que iba a cambiar su honda por un Tesla) hoy se están comiendo las uñas.

Al poco de salir el Model X, un amigo (no puedo decir quién) viajó por trabajo a la sede de Audi de Ingolstadt y pudo ver sendos Model X… desmontados. ¿El poderoso Grupo VAG necesita copiar a Tesla? ¿En serio? Van investigando a escondidas, pero lo que siguen vendiendo es un obsoleto térmico. Aún están a tiempo de acabar con el VE, por eso hay que temerles.

No sería la primera vez que se organizan para eliminar a un rival, incluso aunque sea un producto propio (llamémoslo daños colaterales por fuego amigo, como en las guerras). Ya mencioné de pasada el caso del EV1 en mi primera entrada en esta web. Normalmente son buenos chicos y compran la empresa que les estorba. O la patente que no quieren que salga a la luz. Pero también ha habido casos en los que han jugado con cartas marcadas. Éste fue por ejemplo el caso de Preston Thomas Tucker.

Corría el año 1948. Tucker desarrolló con pocos medios un automóvil que le daba mil vueltas a los productos de las tres grandes (Ford, GM y Chrysler). El Tucker Torpedo ponía en evidencia (y en peligro) el trabajo de mucha gente, por lo que había que quitarlo de en medio. El problema de Tucker fue conseguir financiación de la manera equivocada, y depender demasiado de los políticos que le habían cedido por ejemplo una fábrica gigantesca que nadie quería. Todo ello le puso en el peor lugar posible: indefenso ante un juez, quien terminó con su sueño. Por cierto, Coppola hizo una película sobre ello titulada precisamente Tucker, un hombre y su sueño. Totalmente recomendable para cualquier aficionado a los coches. Incluso para los peores trolls (les alegrará saber que el Torpedo montaba un motor de helicóptero). Por cierto, acabando el film vemos al Tucker de ficción (Jeff Bridges) en esta escena. ¿No es sorprendente?

En aquella ocasión, los Goliats se unieron a tiempo para hundir al pequeño David Tucker, quien ni siquiera contando con la ayuda de Howard Hughes para conseguir el acero que necesitaba pudo salvar su empresa. Por suerte, Elon Musk, aparte de tener dos carreras y la cabeza bien amueblada, es un hombre de negocios. Y está rodeado de un gran equipo humano. Conseguir aluminio para su Model S no es problema para él.

¿Burbuja? ¿Qué burbuja? Yo lo llamaría realidad.

En resumen: que nadie se preocupe por los de tractores que se encuentre en su día a día. Terminarán adquiriendo un VE, igual que cayeron en la moda del teléfono móvil (como caí yo, aunque me resistí). Dejarán de soñar con montarle a su cuatro cilindros en línea un doble turbo Garrett y querrán meterle una docena más de espiras a su bobinado de cobre. Sólo necesitan una cosa: probar el peor VE del mercado. Sólo entonces podrán (no, no podrán) seguir debatiendo con sus actuales argumentos: cuando sepan de lo que hablan por haber conducido un VE.

A los que aún hoy hay que temer es a los tiburones que, mientras no se unan al enemigo (la cruzada de la temible Tesla), están a tiempo de organizarse. Sólo que, cada día que pasa, es otro día que pierden.

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